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CINE

Jesus de Nazareth: Según el pasaje bíblico, solo unos pocos pudieron llorar su muerte al pie del cadáver y acudir a su sepulcro

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Rienzi Pared PérezSanto Domingo, RD

Franco Zeffire­lli fue un direc­tor italiano que se dio a conocer con “Romeo y Julieta” (1968), nominada al Oscar para ese año. Do­tado de sensibilidad poéti­ca en sus imágenes, se em­barcó en un proyecto sobre la vida de Jesús de Nazareth que concluyó como una mi­niserie para la televisión y que en algunos países se di­vidió en dos partes para su exhibición en los cines.

Nos estamos refiriendo a “Jesús de Nazareth” (1977) con un amplísimo reparto de acto­res y extras, tanto europeos como norteamericanos.

La extensión del roda­je se debió a que el director quiso abarcar casi todos los pasajes de los cuatro evan­gelios. Los episodios van apareciendo de forma cro­nológica, desde la unión de José y María, el nacimiento del niño Dios en el pesebre, su ministerio, pasión, muer­te y resurrección.

La ambientación es­tá muy bien lograda y nos transporta al contexto. La forma en que el director lo­gra unir una gran cantidad de buenos actores es fun­damental para que resul­te un producto bien hecho que provoque el agrado de un público apegado a la re­ligiosidad.

Desde la época del cine mudo algunos productores llevaban a la pantalla gran­de, la historia de la “Biblia”, creando una relación direc­ta con el séptimo arte. Ta­les son los casos del italia­no Ferdinand Zecca con su obra “La pasión de Cristo” (1903). En 1923 se estre­na la obra “Los diez manda­mientos”, dirigida por Cecil B. de Mille; “Rey de Reyes” (1927); “El arca de Noé” (1928) y así sucesivamente, llegando a partir de la dé­cada de los años 40’s, 50’s y 60’s películas que pueden considerarse como súper producciones consideradas clásicos del cine.

Sin embargo, es en 1977 cuando se estrena esta mi­niserie de Franco Zeffirelli, quien quiso dirigirla como una muestra más al aporte histórico y religioso de es­te personaje, pero con una óptica totalmente diferen­te desde el punto de vista artístico. Este método lo­ gró conectar con un públi­co afín con este tipo de gé­nero. Sería como un legado a la generación de cinéfilos, y a la vez, a la historiografía del Séptimo Arte.

Por lo tanto, en estos días de asueto de Semana Santa, les invito a pasar un buen rato disfrutando de es­ta miniserie, junto con ami­gos y familiares, la cual que se está pasando en algunos canales para el público en general.

CURIOSIDADES

Cuando la Iglesia Cató­lica supo de la magni­tud de esta producción, intentó “supervisar” los pasos y detalles del ro­daje, sin mucho éxi­to. Además, los sectores conservadores comen­zaron a observar de cer­ca a Robert Powell (el actor), pues sentían que el protagonista debía ser alguien “a la altura” del personaje.

Zeffirelli tenía fama de ser un director exigente con ideas incólumes. En ese contexto, se le metió en la cabeza que Jesús no debía pestañear ¡En ninguna escena!

Tanta fue su obsesión con este detalle, que le solicitó a la producción vigilar muy bien las gra­baciones. Solo cedió en las escenas de la cruci­fixión.

Al equipo de vestuario se le prohibió confeccio­nar ropa blanca para los personajes. Este detalle no es menor, ya que la mayoría de las películas bíblicas utilizan mucho el blanco.

La cinta, en total, dura 6 horas y 21 minutos. Si bien es un largometraje, terminó convertida para muchas cadenas televisi­vas en una mini serie.

El único país que la cen­suró fue Egipto, luego de varias presiones de grupos conservadores que cuestionaron el re­lato de la cinta y la legi­timidad de ciertas actua­ciones.

Se rodó en las ciudades de Túnez y Marruecos con un reparto de estre­llas, tanto europeas co­mo estadounidenses. Su estreno fue el 27 de mar­zo de 1977 en la cadena de televisión británica ITV. Su estreno estado­unidense fue en la NBC, el 3 de abril de 1977, con motivo de la Sema­na Santa.

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