EN SANTIAGO SE COMENTA
Una realidad Covid-19
Buenos días amigos! Estamos viviendo tiempos difíciles, nos acostamos y al amanecer recibimos, todos los días, una noticia de un amigo que murió o que tiene el Covid-19, es alarmante, no sabemos cuándo termina, solo noticias desalentadora del mundo, no importa país, ricos, pobres, presidentes, monarcas, realezas, políticos, artistas famosos, apellidos sonoros. No importa la clase social, tanto que dividimos el pobre del rico, como si todos no fuéramos iguales, solo nos queda ayudar, orar y la mejor forma de combatirlo es quedándonos en casa.
Lección de vida
La realidad de la vida nos conduce a analizar nuestro comportamiento. La historia de uno de los hombres más importante de la economía del mundo, el presidente de Banco Santander, António Vieira Monteiro, quien murió a causa del corona virus y como falleció, triste y solo. Su hija escribió lo siguiente: “Somos adinerados, pero mi papá murió solo y sofocado, buscando algo tan simple como el aire. El dinero se quedó en casa” . Eso es la vida y tanto que nos afanamos, y ni se diga ahora con la campaña, cuantas mentiras y calumnias, porque hay que llegar al poder a como de lugar”.
Comentario
No soy asidua a la Iglesia Católica, que es la religión que profeso por tradición, pero sí voy por cumplido. Cuando llega el momento del abrazo de la paz en la homilía, me emociona bastante, ahora y por mucho tiempo eso no podrá ser, tenemos que ajustarnos a lo que vive el mundo mientras tanto, hasta que todo termine muchas cosas cambiarán con esto del Covid 19. ¡Qué barbaridad!
La situación que vivimos
Como son las cosas, tanto que nos afanamos diariamente con las cosas que tenemos que hacer, ir al salón de belleza, que limpiarnos la cejas, arreglarnos las uñas, que por cierto siempre los centros de belleza me estresan, aunque hay que ponerse presentable y ahora todos están cerrados, hay que reinventarse, aprender a arreglarse en la casa y así tiene que ser, ni se digan los hombres con los cortes de pelo, que siempre es el mismo barbero, muchos se recortarán como puedan, otros se dejarán las barbas y el pelo largo, también muy pocas personas tienen trabajadoras domésticas en sus casas. El mundo ha cambiado, es una gran experiencia, mala porque no queremos que muera nadie o que estén contagiados, pero como aprendizaje iremos adaptándonos a hacer nuestras cosas, a compartir con nuestras familias, a ser más humanos, más desprendidos de las cosas materiales, más humildes, menos arrogantes, en fin, menos perversos, a ser agradecidos, todo esto es un mundo nuevo, espero que esta lección de vida pase pronto y que el señor nos escuche. Hasta la próxima.