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Frank Reyes: Un bachatero con esencia y alma de los baladistas más románticos

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Pachico TejadaSanto Domingo, RD

Frank Reyes se encuentra en el mejor momen­to de su carrera. Es lo que siente según ha explicado, ahora que promociona el sencillo “Decidí”, nombre también del disco que lo contiene y que supone el número 18 de su carrera.

Un trayecto del que ha declarado a LISTÍN DIARIO fue inspirado por uno de los pioneros del género del amargue. “Luis Segura era mi camino a seguir. Era más constante en los barrios, en los bares”, comenta. Es­to sin desmeritar, sino todo lo contrario, a José Manuel Calderón, a quien muchos, Reyes incluido, es el padre de la bachata, y conside­ra que las letras de este son “un poquito más elevadas”.

Distinguido entre los ba­chateros de su generación por estar, en cuanto a letra e interpretación, cercano a la balada más que al amar­gue, algo que le reconoció Anthony Ríos en uno de los tantos momentos que se en­contraron. “Lo que tú can­tas es balada. Sácale la gui­tarra y el bongó para que veas lo que estás cantando”, recordó que le dijo Ríos, un piropo que aceptó halaga­do.

Entrevistado por este dia­rio durante la grabación del video clip de “Decidí” (au­toría de Daniel Monción) con la dirección de Alber­to Zayas, Reyes explicó que en este álbum regresa a la esencia musical de lo que hacía la segunda mitad de la década 90, años en los que forjó su estilo y dio for­ma a su figura de cara al pú­blico. Una etapa en la que sonó con temas como “Vi­ne a decirte adiós”, “Ajena”, “¿Quién eres tú?” o “Nada de nada”, entre otros.

Orgulloso de ser expo­nente de un género que ha mutado y ampliado su aba­nico de audiencia, llegando incluso a ser reconocido co­mo Patrimonio Intangible de la Humanidad, el can­tante entiende que tiene mucho futuro pero igual­mente llama a cuidarla. “Que sigamos haciendo le­tras constructivas, con men­sajes positivos”, solicita y comenta que pueden venir muchos géneros, pero al fi­nal la bachata siempre va a mantener su público.

Francisco López Reyes, nombre real del intérprete, fue uno de los que rompió la idea del bachatero que tenía mal gusto en el vestir, al tiempo que cantaba le­tras más cercanas a la bala­da romántica que al amar­gue. “Me catalogaron como el que acostumbró a vestir la bachata”, expresa y que siempre ha tratado de res­petar al público.

Esa manera de manejar­se combina con el sobre­nombre que ha llevado des­de 1992: “El príncipe”. Un calificativo que lo enfren­tó en hace unas semanas con su colega Prince Roy­ce, a quien ahora están pre­sentando como “El príncipe de la bachata”, algo que no ha gustado a Reyes. “Algu­nas personas ignoran que una marca cuesta. Un nom­bre lleva tiempo, sacrificio y dinero”, sostiene, y que lo único que reclama es que no llamen así al intérprete de “Corazón sin cara”.

PALABRAS Alberto Zayas. “Trabajar con Frank siempre ha sido muy bueno, es de los artistas que están muy claros en lo que quieren, lo que lo hace muy disciplinado y exigente a la vez”.

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