CINE
La alfombra roja en el estar de casa: así está el cine en tiempos de coronavirus
Una visión general de un cine vacío después de ser cerrado como parte de los esfuerzos para desalentar las reuniones públicas y combatir la propagación del Coronavirus. Ishara S. Kodikara/AFP.
A medida que el coronavirus obliga a la cancelación de festivales de cine, muchos directores se las ingenian para poder impulsar sus producciones... una opción: trasladar la alfombra roja a la sala de casa.
Festivales de cine como el SXSW en Texas y Tribeca en Nueva York fueron cancelados en los últimos días a medida que se propaga esta pandemia mortal, despojando a muchos títulos de la publicidad que estos espacios generan a través de las críticas y en alguno casos, y dejando a varias producciones independientes sin un distribuidor.
"The Carnivores", un extravagante thriller mezclado con una historia de amor, debía estrenarse en SXSW... pero tras la cancelación, sus creadores decidieron hacer el "estreno" en la casa del director de fotografía en Austin.
"Tendremos el catering, una alfombra roja, un fotógrafo vendrá así como las noticias locales", dijo a la AFP el director Caleb Michael Johnson.
La alfombra roja se extenderá desde el porche pasando por toda la casa hasta el patio trasero, donde habrá un puesto de tacos, que un patrocinante les proporcionó sin costo.
La idea surgió de una conversación de tres horas en un bar el día que se canceló el festival.
"¡Fue una locura porque ni siquiera estábamos tan borrachos! Las ideas llegaron muy rápido", dijo el director de fotografía Adam Minnick.
"Nuestro estreno mundial era el sábado 14 y, maldita sea, queríamos tener nuestra proyección el sábado 14 en Austin", agregó.
La misma táctica fue empleada por el actor estadounidense David Arquette, cuyo documental sobre su controvertida incursión en la lucha profesional pasó en 24 horas de estrenarse en SXSW a su casa, ubicada cerca de Hollywood.
“No se puede sustituir"
Johnson dijo que la naturaleza más íntima de estos estrenos tranquiliza a los invitados sobre el riesgo de contagio, pero otros eluden por completo los eventos físicos, recurriendo a la tecnología.
David Magdael, un publicista que tenía programados cuatro estrenos mundiales en SXSW, buscó presentar las películas en las oficinas de las agencias de Hollywood después de que se canceló el festival, pero también debió desechar eso luego de que la ciudad cerrara también sus puertas a estrenos y otros eventos.
La prensa especializada, incluida IndieWire, todavía tiene la intención de publicar críticas en los días en que las películas debieran estrenarse.
"Por nuestra parte, en materia de relaciones públicas todavía actuamos como si el festival de cine se realizara", dijo Magdael.
Las prestigiosas competencias cinematográficas de SXSW se llevarán a cabo según lo planeado, con películas disponibles en línea para los jurados.
"Sabemos que no se puede sustituir el evento SXSW en vivo (...), pero al menos es una forma de llamar la atención sobre estas maravillosas películas", dijo la organizadora Janet Pierson.
El nuevo drama de Spencer Folmar sobre la crisis de los opiáceos, que se proyectará en el aplazado Festival de Cine de Beverly Hills, llegará a las plataformas de transmisión el día de su estreno en los cines de todo el país.
"Es una lástima, esto lleva dos años en proceso y todos adoran la experiencia en sala", dijo sobre "Shooting Heroin".
La suerte de la película dependerá ahora de la publicidad en línea y del envío de copias digitales a los críticos.
"Un poco de miedo"
A pesar de estas soluciones creativas, algunos perjuicios causados por el cierre de festivales serán difíciles de superar.
El documental de Lindsay Lindenbaum "Tomboy", sobre cuatro famosas bateristas, confiaba en SXSW para asegurar el financiamiento final necesario para comprar licencias de canciones particularmente caras.
Lindenbaum planea lanzar una recaudación de fondos en línea en busca de donaciones la próxima semana.
Ashley Eakin, directora de la comedia "Single", sobre dos personas con discapacidad que tienen una cita, teme que el impulso que SXSW le habría dado a su incipiente carrera pueda perderse.
"Es difícil, porque nunca estuve en un gran festival, y SXSW puede ser una cosa única en la vida", dijo.
"Da un poco de miedo, especialmente para nosotros los nuevos cineastas (...) Estamos todos al tanto de las cosas que suceden y la gente está interesada en nosotros. Nos preocupa que esto pueda durar un año entero, o el tiempo que tome, y que no quieran correr riesgos nuevamente".