DESDE LA ÚLTIMA BUTACA
Close to heaven (1 de 2)
El director de “Parásitos” sabe narrar verdades. En algunas de sus recientes entrevistas, Bong Joon-ho se ha referido a los tesoros coreanos que saldrán a la luz cuando traspasen las barreras del idioma. Solo entonces el mundo occidental podrá preferir con aires de masividad las miles de valiosas obras cinematográficas que solo han merecido la aclamación asiática.
Desde el año 2000 (con antecedentes legítimos), el cine peninsular cobija el talento de sus técnicos y actores. Prioriza la formación profesional y la educación de estos en distintas universidades y centros especializados.
Muchos han copiado de sus historias. Y algunos directores norteamericanos las han adaptado a Hollywood. Sobre todo aquellos realizadores que saben escrutar tras bambalinas. Esto no es un pecado, porque los remakes no conllevan castigos. Pero es un hecho curioso que películas coreanas como “il mare” (Lee Hyun-seung, 2000) y “Old boy” (Park Chang-wook,2007) se hayan reproducido bajo el estigma norteamericano.
Primero fue el romance entre un hombre actual y una mujer que vivió en su misma casa medio siglo antes. El filme, aunque parte de premisas fantásticas, es una delicada pieza donde se rescata la relación sentimental a partir del cultivo del género epistolar. Seis años después, el director argentino Alejandro Agresti (Buenos Aires, 1961), la reprodujo y entregó el protagonismo a Keanu Reeves y Sandra Bullock. Sin embargo, esta versión nadó por aguas intranquilas.
En 2013, Spike Lee se aventuró en reproducir en Norteamérica la laureada cinta de Park Chang-wook, proyecto que no mereció respaldo de crítica ni de público.
En el propio 2013, James Marsh dirigió “La teoría del todo”, cinta que se apropió de varios premios internacionales, incluyendo un Oscar a Eddie Redmayne por su interpretación del famoso astrofísico Stephen Hawking quien quedó postrado en una silla de ruedas al contraer la enfermedad conocida con el nombre de Lou Gering.
Cuatro años, después, el coreano Park Jin-pyo dirigió “Closet o haven” una cinta sobre un joven que adquiere la referida enfermedad. Tiene como virtud un cuadro clínico, familiar y terapéutico muy distinto a la película de Marsh que pudiera considerarse como punto de partida para ambientar la superproducción inglesa. En esta obra oriental, el drama posee una interacción mucho más humana entre los protagonistas, sus familiares y el hospital hospitalario donde es internado.