Precedente histórico
“Siete días con el pueblo”: festival de protesta armado de canciones
A 45 años de gestarse aquel histórico movimiento sociopolítico y cultural denominado "Siete días con el pueblo", República Dominicana vuelve a vivir otros siete días de protestas populares con ciertas similitudes y muchas diferencias a aquel evento de 1974, impulsado, como ahora, por la juventud.
Con situaciones políticas diferentes porque en 1974 se luchaba por la democracia y contra el régimen de opresión, y en 2020 contra la corrupción y el fraude electoral para salvaguardar la democracia, en ambos sucesos, los jóvenes tomaron las riendas para manifestar sin miedo su inconformidad por la forma en que desde el estado se manejan las directrices de la sociedad.
El elemento primordial que une a ambos acontecimientos es que las protestas fueron pacíficas (hasta ahora la actual lo es). En ambas épocas se sube la bandera de "la democracia".
La clave Sin embargo, varios factores de organización convierten a "Siete días con el pueblo" en irrepetible y diferente.
La canción fue el arma utilizada por los jóvenes de entonces para llegar a los oídos y corazones del pueblo que acudió al Estadio Olímpico y a otros lugares entre el 25 de noviembre al 1 de diciembre de 1974.
"El fenómeno de la compenetración pueblo-artistas puede ser objeto de ricos estudios sociológicos, para cuando se escriba la historia del pedregoso camino transitado por los dominicanos en aquellos momentos difíciles", reflexiona Raúl Pérez Peña (Bacho).
LOS ARTISTAS El evento tuvo cabezas que lograron una organización y un liderazgo que fue capaz de reunir en un mismo escenario a la argentina Mercedes Sosa, los españoles Víctor Manuel, Ana Belén, Quico Pi de la Sierra y los cubanos Silvio Rodríguez y Noel Nicola.
Por igual, los puertorriqueños Danny Rivera y Lucecita Benítez, el mexicano Guadalupe Trigo, el uruguayo Roberto Darwin, y los dominicanos Víctor Víctor, Sonia Silvestre, Johnny Ventura, Claudio Cohén y Ramón Leonardo, Chico González (de Expresión Joven), entre otros.
Inolvidable para esa generación también fue la participación de los grupos como Convite y su líder Luis "Terror" Días, autor de "Obrero acepta mi mano", uno de los temas más coreadas durante el festival.
Se recuerda que fue la organización de "Siete días con el pueblo" fue de la Central General de Trabajadores (CGT), dirigida por Julio de Peña Valdez, a la que se unieron periodistas, publicistas, políticos, escritores y empresarios.
Nombres quedaron para la historia: Rafael Cholo Brenes, Carlos Francisco Elías, Manuel de Jesús, Freddy Ginebra, Wilfredo Alemany, Huchi Lora, Juan Bolívar Díaz, José Enrique Trinidad, René Alfonso, Soledad Alvarez, José Guillermo Sued, Aníbal de Castro, Amalia Rodríguez, Ana María Acevedo, Arístides Febles, Tácito Perdomo, Elsa Expósito... (los protagonistas son más, la lista es larga).
Los orígenes de la idea de "Siete días con el pueblo" se ubican en la iniciativa del profesor Enrique de León, entonces dirigente de la CGT, inspirado en el concierto ‘‘Un día para el pueblo’’, al que asistió en París, y lo presentó a su organización con la finalidad de financiar los trabajos de la central de trabajadores.
El sociólogo Dagoberto Tejeda considera que este evento es irrepetible "porque convirtió a República Dominicana en la capital de la Nueva Canción en América Latina".
Enojo social Nélsida Marmolejos, relacionista pública de la central de trabajadores en 1974, dijo en una conferencia en Centro León, hace cinco años, que "Siete días con el pueblo" fue "fruto de una gran concentración de enojo social en nuestro país".
Un momento cumbre de los espectáculos (se hicieron dos en el Estadio Olímpico), fue la participación del grupo venezolano Los Guaraguao, que figuró entre los más aplaudidos con su trascendente "Las casas de cartón", adoptada por los dominicanos como un símbolo de la lucha contra el gobierno de Joaquín Balaguer, quien se instauró en el poder en 1966 y en 1974 recién se había reelegido "a como dé lugar".
MIRADA EXTRA Opresor. Contra viento y marea, los jóvenes de aquella época enfrentaban de esa manera a un régimen apoyado en las fuerzas policiales y militares, opresor de los derechos civiles que atestaba las cárceles de presos políticos y mandaba al exilio a hombres y mujeres que no eran de su agrado.
Opinión. "Creo que ni el Gobierno ni los organizadores se esperaban la dimensión que fue adquiriendo el encuentro a medida que avanzaba en su realización y el pueblo lo hacía suyo con una pasión extraordinaria que, indudablemente, sacudía a todo el país", recordaba el exministro de Cultura y cantautor José Antonio Rodríguez.
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LA ACTUALIDAD
Talvez en 2020 no se comprenda en lo inmediato lo que el actual movimiento de protestas pueda significar en un futuro, pero abre las mismas esperanzas de cambio que en aquella semana de 1974 se forjó en la sociedad dominicana.
Esta vez la organización ha sido espontánea. No hay un central política que se sepa detrás de este impulso juvenil.
También la música no ha sido un arma a empuñar, lo que extraña sobremanera cuando de canto y música sí saben los jóvenes dominicanos porque las islas del Caribe llevan la música en el alma y la utilizan todos los estallidos de pena o alegría.
Al contrario, la mera presencia de artistas populares de estos tiempos, del movimiento urbano, ha sido rechazada por puñados de jóvenes presentes en la Plaza de la Bandera, donde desde hace una semana se vienen concentrando.
Nuevos códigos Las pancartas, las proclamas y coros con frases como "Se van", "El pueblo unido jamás será vencido", "Dios, patria y libertad" son las voces que predominan en la multitud concentrada cada noche en la Plaza de la Bandera luego de que la Junta Central Electoral suspendiera las elecciones municipales el pasado 16 de febrero al detectar graves problemas técnicos en el sistema del voto automatizado.
Al "plantón" en la plaza, en estos días se sumó "el cacelorazo", que se registra a las 8:00 de la noche de cada día, durante diez minutos (y más) y desde la noche del sábado en algunas calles de Santo Domingo se escucharon a esa hora "los bocinazos" de los vehículos, que añaden formas de manifestación popular y que sus protagonistas esperan respuestas que devuelvan la confianza en la democracia dominicana.
Opinión. Para el cantautor Víctor Víctor las diferencias entre ambos eventos sociopolíticos es del cielo a la tierra, "nada que ver".
En 1974, explica Víctor Víctor, fue una respuesta social organizada por un conglomerado de organizaciones sociales contra un régimen.
"Ahora hay mucha confusión y es más una respuestas de partidos políticos, se trata más de un asunto electoral y aquello era contra un régimen político dictatorial", expresa Víctor Víctor a Listín Diario.
Al reflexionar sobre la situación actual, el autor de "Mesita de noche" entiende que "el sistema de elecciones se ha degastado, los científicos sociales tienen que pensar en otras formas de organizarnos porque ya los partidos no funcionan".
Para él, no se trata ya de si el voto es automatizado o manual, "es que el sistema de participación para elegir a través de los partidos hay que revisarlo, hay que mirar a otro lado".