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“El irlandés”: la excelencia también se mira de reojo

El profesor Leonte Brea, a partir de la personalidad de Jimmy Hoffa señala algunos de sus rasgos: su ego incontrolable, su soberbia, su desorbitado sentido de la puntualidad, el carácter demencial de su liderazgo y su naturaleza seductora (tanto con el propio Frank Sheeran como con su hija rebelde). El Hoffa de Scorsese era un buen sociópata.

“El irlandés” continúa llamando la atención. Para bien o para mal. Ahora ha causado revuelo su ausencia en algunos de los principales reglones de las nominaciones a los Globos de Oro. ¿Será el preámbulo de lo que vendrá?

Como película de tema mafioso, se ha visto opacada por otros dramas. Esta peculiaridad la lleva a pedir agua en el desierto a pesar de sus excelencias. El cine norteamericano siempre ha sido dado a reconocer su historia “oficial”. Pero el tema político en el cine es aceptado según las circunstancias.

“El irlandés” dice cosas que molestan. Juega con verdades demasiado controvertidas. Y lo que es peor: parte de la obra literaria de ficción dedicada a la vida de un controversial personaje que de buenas a primeras desapareció del escenario, sin que hasta hoy se conozca nada de él.

En la trama aparecen ciertos episodios de los años 50 y 60 del pasado siglo vinculados al manejo del poder. Es de suponer que el tratamiento ortodoxo a determinadas figuras del engranaje político de entonces (los hermanos Kennedy, por ejemplo), hizo virar el rostro del respetable hacia otras cintas menos complicadas “para no levantar ronchas”. Esa “historia oficial” debe continuar tal y como está. Hoy por hoy la mafia no es el peligro mayor en Norteamérica: se ha ajustado al contexto histórico. Pero en aquel entonces, arrasaba con las piedras del camino.

Hoffa no era un santo, ni su vida está a prueba del tiempo. Sus problemas de personalidad son tratados desde ángulos diversos.

La cinta de Scorsese es muy atrevida. Toca temas espinosos, relata acontecimientos tabúes, pone en evidencia el deshonor de los que juraron sobre una biblia servir a su país. Hoffa era un personaje contradictorio que llegó a creerse un semidios, en tiempos donde los semidioses tenían un precio. Y él mismo fue el causante de su trágico final.

“El irlandés” contiene elementos ya superados en la historia del cine de la mafia, como el sicariato, los ajustes de cuentas, las traiciones, la dirección colegiada, el maquiavelismo y los dimes y diretes entre capos por controlar determinados espacios. Muchos de esos clisés pertenecen a otras cintas del propio Scorsese.

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