La adicción al alcohol del actor Eduardo Yáñez lo llevó a beber loción de afeitar

El actor mexicano Eduardo Yáñez abrió su corazón y habló por primera vez sobre su alcoholismo y todo lo que tuvo que pasar cuando tocó fondo por culpa de la terrible adicción, tiempo atrás en su rehabilitación.

Yáñez reconocido por papeles en las telenovelas “Destilando amor” y “Amores verdaderos”, expresó lo difícil que fue pasar por esa adicción. Reveló que llegó al límite de beber loción de afeitar con tal de sentir la presencia del alcohol en su cuerpo.

“Cuando yo me vi en el espejo y vi las venas así reventadas… Ese día había estado tomando hasta las…, ya llevaba tres días para empezar y ya lo último que tomé recuerdo fue loción para afeitar con agua de la llave, ese fue el último trago que me metí antes de…”, contó Yáñez en el programa “Netas Divinas” (Unicable).

“Cuando desperté era todo temblor, mi cabeza y (me vi) al espejo y ahí vi las venas hinchadas, los ojos rojos, empiezas a llorar y empiezas a ver la realidad. Esa sí es la realidad porque mientras estás acá, la realidad es la que estás creando por esa sensación, pero no existe, tú la estás creando y aunque rompas el espejo no te va a salir de ahí y ahí estás”, afirmó el actor.

En las impactantes declaraciones Yáñez aseguró que fue lo más bajo que ha caído por culpa de la adicción.

Entre tanto, habló de lo difícil que fue superar esta enfermedad, ya que por su condición de figura pública no pudo internarse en un clínica.

“Tenía un asistente que yo le dije ‘tienes que ayudarme, no me puedes llevar a ningún lado, me tienes que ayudar’ y pues hubo una semana entera que me tenía que amarrar a la cama porque a las tres de la mañana yo quería salir por un trago”, recordó.

El galán de telenovelas expresó que el proceso de rehabilitación no fue fácil, porque su cuerpo empezó a pedirle lo que antes le daba. Mientras que en el proceso de abstinencia sufrió alucinaciones y empezó a tener pesadillas.

Sin embargo, el villano de “Falsa identidad” dijo que aunque no es fácil dejarlo, sí se puede:” “Es difícil dejarlo, pero se puede dejar. O sea es una batalla, pero la puedes ganar”.