Fernando Villalona

Hola, buenos días, Fernando Villalona, el Mayimbe, es un afortunado aunque ahora todo es reguetón y otros géneros raros, él sigue teniendo vigencia y sus fans donde quiera lo siguen. El pasado sábado se presentó en Amaprosan, un lleno total, además estuvo Banda Real. Mil quinientos pesos la entrada, de todas las generaciones estuvieron allí. Amaprosan está como en sus mejores tiempos, remozado y todo, con el apoyo de los socios está teniendo auge otra vez, muchísimas orquestas se están presentando allí con muchos éxitos.

Doña Elsa

Tener a su madre viva es una bendición, más aún cuando se trata de una dama como la madre de Francisco Domínguez Brito, doña Elsa, quien a sus ochenta y tres años se mantiene activa, con su mente lúcida; su hablar pausado y una gran inteligencia, sus hijos no solo la veneran, le tienen un gran amor y respeto. Está full, haciéndole campaña a su hijo Francisco, y da gusto escucharla las entrevistas televisivas, que son muchas, para proyectar a su vástago. Es un privilegio tener a doña Elsa como santiaguense.

Miriam Hernández

No sabía que todavía Miriam Hernández tenía tanto público que la sigue, se demostró el pasado viernes en el Gran Teatro del Cibao con su presentación, muchas damas, sobre todo solteras estaban en primera fila, aplaudiendo y tomándose fotos en el teatro para hacer saber que están muy a gusto con esta artista. A propósito, cuando hay presentaciones de esa índole les va súper bien a los restaurantes del entorno, mucha gente acude luego de la presentación a cenar y tomarse sus bebidas preferidas; Noah estaba full, hasta el ministro de Educación, Antonio Peña Mirabal junto a su esposa Irlanda Santos, estuvieron allí. ¡Ay ay ay! No todo es trabajo.

Otra línea aérea

Wao, qué interesante se están tornando el turismo y los negocios en Santiago, se inauguró otra línea aérea, Caribbean Airways, desde Santiago, hacia la isla Tórtola. Como les he comentado antes, ya existen varios destinos donde podemos viajar desde esta ciudad, qué maravilla.

El Pachá

Vi al Pachá en Santiago muy sonriente y feliz como siempre, buena persona y la gente lo quiere mucho. Andaba como una gallina con su pollito y no era para menos con su hijo mayor, todo un hombrecito con 23 años de edad, muy parecido físicamente al padre, Frederick Martínez bien orgulloso por la formación de su hijo, ya pastor en Nueva York.