Teatro

Juancito Rodríguez: “He echado camino al andar en el teatro dominicano”

Ynmaculada Cruz HierroSanto Domingo, RD

Si ha existido un duende que inyectó esperanza y echó a andar al teatro, en tiempos de tibieza, lo ha sido Juancito Rodríguez. Un fajador, que ha llevado importantes puestas en escena tanto en microteatros como en reconocidas salas del país.

Juancito no para y desde el 2008 que presentó, exitosamente, “A 2.50 el cuba libre” en el bar Juan Lockward del Teatro Nacional, descubrió que ya no tendría necesidad de pararse frente a los reflectores, aprender sus líneas y personificar.

Recientemente presentó en la Sala Máximo Aviles Blonda, “Los Monstruos” con Frank Ceara y Carolina Rivas, recibiendo las mejores críticas, obtenidas a obras de teatro en lo que va del año, y ahora se prepara para llevar a escena “Adulterios”, del 9 al 12 de octubre, en la Sala Manuel Rueda de la Escuela de Bellas Artes.

Una obra escrita por Woody Allen, y que en el país será protagonizada por Pamela de León, Anderson Mercedes, Lumy Lizardo, Leonardo Villalobos e Isaura Taveras, bajo la dirección de Ruth Emeterio.

Diez años produciendo Su accionar en el teatro encendió la llama y mostró a otros jóvenes y experimentados productores que el teatro era una fuente inagotable de arte y de hacer buen dinero.

En 10 años que lleva produciendo Juancito ha obtenido un importante estatus social, adquirió vivienda, vehículo y cuenta con una buena economía para seguir produciendo y vivir holgadamente.

Desde pequeño siempre soñó con actuar, pero en un principio no sabía cómo expresarlo y encontrar el camino que le llevaría a dar vida a grandes historias.

“Tuve una niñez feliz, aunque perdí a mi padre a los 6 años de edad, mi madre me sobreprotegió, y durante mi adolescencia me llegó la rebeldía porque no sabía cómo llegar a lo que realmente me interesaba”, recuerda.

El encuentro Tuvo la dicha de estudiar en liceo en donde encontró un profesor visionario que motivaba a sus alumnos a ver teatro y los llevaba a presenciar los ensayos de la Orquesta Sinfónica Nacional. Ahí comenzó a germinar la semilla por el arte y la actuación. Desde entonces, trabajó en diferentes grupos de teatro en su barrio, Ensanche Luperón, en la iglesia y el liceo hasta que a los 19 años ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes a estudiar actuación. Se graduó y su primera vez en subir a un escenario importante (1992), como profesional, aunque un pequeño personaje, fue “Consuelo y Rafael”, del director Danilo Taveras.

¿Cómo fue el momento? “Fue impresionante, aunque no me pagaron, pero fue muy motivador. Estuve ensayando durante tres meses, tenía tanta ilusión que cuando llegaba a mi casa, en las noches, estaba loco porque amaneciera para volver al teatro. En ese momento no me importaba el dinero. Solo quería actuar”.

A partir de entonces Juancito no se desmontó, jamás de las tablas; ha trabajado en unas 25 piezas teatrales. También trabajó durante años con Nuryn Sanlley tanto de actor como en la utilería.

“Sucede que desde que trabajé en la primera obra siempre estuve dispuesto a colaborar con todo. Por eso siempre me buscaban aunque sea para papeles pequeños porque yo siempre fui utilero, trabajaba en el vestuario, y en todo lo que me pusieran lo hacía”, recordó.

"Referente en la producción” Cuando Juancito decidió arriesgarse y colocarse del otro lado de la acera, como productor, el teatro no vivía momentos halagadores.

“Cuando presenté A 250 el Cuba libre, volví a reactivar los café teatro. En esa época se hacía mucho stand up comedy, pero yo volví a llevar la dramaturgia a los bares”, asegura.

Con un trabajo constante es un referente como productor y un hacedor en las tablas en República Dominicana.

“He sido un afortunado porque me ha ido muy bien económicamente, he podido ayudar a mi familia, he viajado por el mundo y he dado empleo a mucha gente dentro del teatro”.

En sus obras Juancito maneja presupuesto que van desde 700 mil a más de un millón de pesos. “Soy un hombre del teatro, soy 24/7 teatro todos los días todo el tiempo; desde que me levanto hasta que me acuesto, respiro teatro”.

Llevadas a escena. “El color del silencio”, “Divorciadas, evangélicas y vegetarianas”, “Magnolia de acero”, “Agosto”, “Los monstruos”, “El diablo ya no vive aquí”, “A 2.50 el Cuba libre”, “El juicio de una zorra”

Ha trabajado en: “Pargo los pecados permitido”, “El camaleón y las siete puertas”, “12 de Octubre”, “Peter Pan”, “El rey León”, “Vivencias campesinas”, “Gato tonto”, “Caperucita rojas” y “Sueño de una noche de verano”.