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“Orange is the New Black”: Se despide con su séptima temporada
De custodios corruptos y represivos a un mundo tenso de jerarquías entre presas o amistades y romances inesperados, “Orange is the New Black” cuenta historias ricas y complejas sobre la vida de las mujeres tras las rejas que resonaron más allá de las celdas.
Aunque originalmente se centraba en la vida de una mujer blanca privilegiada, Piper Chapman (interpretada por Taylor Schilling), los personajes secundarios estrafalarios, volátiles, cómicos o trágicos se convirtieron en las estrellas revelación del programa.
La serie galardonada de Netflix también se convirtió en una plataforma para actrices de color gracias a sus argumentos matizados con profundidad y muchas veces esquivos.
Uzo Aduba ganó los únicos premios Emmy de actuación por la comedia dramática, mientras que la nominada Laverne Cox, Danielle Brooks, Samira Wiley y Dascha Polanco ofrecieron interpretaciones magistrales que elevaron sus carreras mucho más allá de la vida en el centro penitenciario federal de Litchfield.
A pocos días del estreno de su séptima y última temporada, el 26 de julio, esas actrices reflexionan sobre el profundo impacto que tuvo la serie en sus vidas.
Dascha Polanco Había soñado en ser actriz desde niña pero pensó que su peso se lo impediría, así que se inscribió en el Hunter College siendo madre adolescente de una hija pequeña.
Polanco, nacida en República Dominicana, se graduó de psicología y trabajó en un hospital mientras estudiaba para ser enfermera (eventualmente tuvo un segundo hijo, un niño). Pero con el tiempo decidió probar suerte como actriz.
Tras conseguir papeles pequeños en dos series de televisión, fue elegida para OITNB en 2012.
“Nosotras somos la realidad”, agregó. “Hollywood ha sido muy exclusiva en cuanto a lo que consideran un actor y a quiénes quieren retratar en pantalla”.
Polanco, que también es compositora, valora ahora su versatilidad como una actriz que no encaja en el molde de Hollywood pese a que los primeros años fueron muy tensos.
“Todos podemos sentirnos identificados con eso, con no sentirse suficiente. Tenía mucho miedo de ir a audiciones y que me dijeran ‘tienes que bajar de peso’ o ‘tienes el pelo rizado’”, dijo. “Enfrentas esta discriminación y estos prejuicios y no te das cuenta qué tanto te afecta... Se trata de aprender cómo aceptar esas cicatrices y cómo usarlas como una base, no como una identidad”.
Pero no siempre es sencillo. Aunque sus pasiones son la actuación y la música, “todavía sigo aquí sin recibir (nuevos) papeles”, dijo Polanco.
Polanco interpreta a Cuca en la versión cinematográfica del musical “In the Heights” y trabajó en la película “¡Gilbert!”.
Laverne Cox La activista LGBTQ no renunció a su trabajo en el cabaret drag Lucky Cheng’s en Manhattan hasta que la primera temporada de Orange terminó. Pero no pasó mucho tiempo antes de que hiciera historia como la primera persona trans en la portada de la revista Time. “Simplemente lloré”, dijo.
Gracias a OINTB, donde su personaje superó ciclos de odio y violencia, Cox ha usado su plataforma de lanzamiento para educar al mundo y abogar por un trato justo para la gente LGBTQ en todas partes.
Cox fue la primera persona abiertamente trans nominada a un Emmy en una categoría de actuación, y la primera en general desde que la compositora Angela Morley fue postulada en 1990.
Danielle Brooks Como la atrevida Taystee, Brooks no sólo le abrió camino a otras actrices de color si no a mujeres de tallas grandes. “Dieta de pan de maíz, bebé, dieta de pan de maíz”, dijo riendo.
La actriz de Augusta, Georgia, se disponía a hacer teatro cuando “Orange” llegó tras haberse graduado de la prestigiada escuela de artes Juilliard.
Brooks también es cantante y fue nominada a un Tony por su papel de Sofia en la producción de Broadway de 2015 de “The Color Purple” (“El color púrpura”). En febrero publicó un video en el Mes de la Historia Negra en el que aparecía vestida muy elegante en una bañera cantando “Black Woman”, que dice: “El mundo me dice que hay espacio para mí, si me aferro y me coso en él. El mundo me dice que todo será mío, con algo de pestañas y ojos más claros”.
Samira Wiley Wiley pasó dos años y medio trabajando en un bar tras graduarse de Julliard cuando hizo la audición para Orange. No había promesas de un papel recurrente para su personaje homosexual. Tras obtener el papel, siguió trabajando en el Fred’s Restaurant en Manhattan las primeras dos temporadas.
“No quería ser estúpida y renunciar a mi trabajo y entonces terminar sin nada”, dijo a la AP.
Al igual que su personaje, Wiley es gay. La actriz creció en Washington, donde su sexualidad fue aceptada por sus padres pastores liberales, lo que considera una clave para su éxito. Ahora es activista por las causas LGBTQ, la inmigración y la reforma penitenciaria.
TRAYECTORIA Uzo Aduba. Aduba, de 38 años, llevaba una década tratando de dedicarse profesionalmente a la actuación con poco éxito, y se dio por vencida tras llegar tarde pensando que quizás una carrera en derecho era el camino a seguir. Hoy su trabajo le valió dos premios Emmy, dos SAG y un Globo de Oro. Al igual que Crazy Eyes, a veces deja que las musas se impongan. “Estoy tratando de contar las historias de los que desaparecidos, de la gente y las voces que no figuran en el tapiz”.