Los traumas de la infancia se arrastran
El peligro de tomar la justicia por su mano
El abuso infanil es un crimen horrendo. Cuando un niño ha sido víctima de un pedófilo, su conducta quedará marcada por el resto de su vida si no logra superar este evento con la ayuda de un profesional de la conducta humana y de un ambiente familiar propicio que le brinde seguridad y amor.
La película que analizamos, tiene mucho que ver de los demonios que atormenta a un adulto sobre un pasado no superado al ser víctima de este abuso imperdonable. Este individuo de nombre Dave Boyle (Tim Robbins) posee las características de haber vivido depresión, ansiedad o miedos inusuales, pérdida de la confianza en sí mismo; ya que ha tenido que vivir con ese pasado que le atormenta. No importa que se haya casado y tenga un hijo. Su ausencia espiritual solamente le llena por breve espacio cuando conversa con su hijo de situaciones en la vida sobre el bien y el mal.
Todo comenzó, cuando tres amigos siendo niños y jugando en la acera, se encuentran con dos hombres que aparentan ser policías y se llevan a Dave, donde este hecho marcará por siempre tanto a Dave y a sus dos amigos, que serán enlazados por los azares del destino y la fatalidad de un momento que culminará con un verdadero trauma.
La violencia subyace en todo momento a través del desarrollo de la película. Dave se ha convertido en un perseguidor de pedófilos que hay que asesinarlos por haber sido víctima de un pasado horrendo vivido por él. Su otro amigo, Jimmy (Sean Penn), es una especie del preboste del barrio que vive de esa violencia con individuos que le reportan directamente a él. Y por último, el otro compañero Sean (Kevin Bacon), que combate la violencia por ser un oficial de policía.
Entre todo este marasmo de situaciones, viene a complicarse con el asesinato de la hija de Jimmy, que será el detonante de situaciones confusas y azarosas del destino, donde conllevarán a estar en un laberinto que para salir del mismo, habrán de tomarse medidas drásticas donde solamente el agua del río místico, será el repositorio que aguardará todos los secretos de la comunidad. Esta película ha rebasado el nivel de excelencia para convertirse en una verdadera obra maestra, dado la calidad de la puesta en escena y de una fotografía con movimientos de cámara sorprendente. Las actuaciones tanto de los actores principales como los secundarios están extraordinarios, conjugándose éstos, con un guion que no tiene desperdicios para dejarnos un final abierto y poder interpretarse para fines de discusión.