ARTE
La música clásica del país tiene doliente
La música clásica dominicana, desampara durante mucho tiempo, encontró un Orfeo que la impulsa.
Félix Felucho Jiménez, por convicción y amor, se ha vuelto su centinela y le endosa toda su pasión a nivel personal o como funcionario estatal en los puestos que ocupa, en este caso al frente de la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa PDV).
A través de la Fundación Refidomsa, Jiménez ha concentrado esfuerzos y recursos para el rescate, preservación, internacionalización y difusión de la música sinfónica dominicana. Jiménez se propuso recopilar las composiciones de reconocidos autores dominicanos con el propósito de que permanezcan en la historia cultural del país como una referencia para las futuras generaciones, además de que pueda ser apreciada en otros países.
La institución ha desarrollado un amplio programa cultural que incluye conciertos como el presentado el pasado jueves en el Teatro Nacional Eduardo Brito, titulado “Clásicos Dominicanos del silgo XX”, a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional.
Dante Cucurullo, quien ha trabajado junto a un equipo en el rescate de obras que han sido grabadas para su preservación, dirigió el jueves la Orquesta Sinfónica Nacional.
En este segundo concierto de la serie de clásicos dominicanos se escogieron obras de Luis Emilio Mena, Enrique Mejía Arredondo, Luis Rivera, Julio Alberto Hernández, Ramón Díaz Freeman, Juan Francisco García y de Aura Marina. El concierto fue grabado en video y audio para la edición de un material discográfico.
El concierto abrió con la suite “Recuerdos de infancia”, de Luis Eduardo Mena (1895-1964).
Durante la gala hubo tres jóvenes solistas que arrancaron ovaciones. En la pieza “Tschaikowskyana para violín y orquesta” tuvo como solista el violinista Ramsés Cid, mientras el flautista Víctor Hernández hizo galas de su capacidad, y en la obra “Rapsodia Dominicana No. 1 para piano y orquesta”, del maestro Luis Rivera (1901-1986), la Sinfónica se hizo acompañar de Elioenai Medina como solista (piano).