Música

Entrevista a Juan Carlos Pichardo

Del estadio de béisbol al de música y humor

Juan Carlos Pichardo, de 28 años, lleva una carrera entre humor, música y deportes. FOTO DE PORTADA: SILVERIO VIDAL/LISTÍN DIARIO

Ramón AlmánzarSanto Domingo, RD

Juan Carlos Pichardo se encaminaba a ser pitcher de Grandes Ligas cuando una lesión en un codo lo sacó de circulación y tuvo que tomar otros senderos, que también estaban llenos de dificultades, hasta encontrar el camino del humor, en el que registra ya siete años de risas y éxitos.

“No te voy a decir que mi vida ha sido tétrica, pero hay gente que cree que yo todo el tiempo he tenido dinero o que no he pasado trabajo nunca”, expresó Pichardo a LISTÍN DIARIO.

La pelota fue su primer gran sueño. Y trabajó para eso desde la liga de Chaguín Gómez. Un equipo de Grandes Ligas ya le tenía los ojos encima para firmarlo como pitcher zurdo.

Era amante del béisbol

A los 14 años ya estaba tirando 82 millas, afirmó. Sin embargo, la lesión lo sacó del estadio para siempre.

“A nivel personal estaba depresivo, no a un punto preocupante, pero dejé de seguir el béisbol y hoy en día tú me preguntas de jugadores, de cómo va la pelota, y no sé; tengo cuatro años que no voy al play y aunque vea un partido y lo disfrute, la pelota pasó a ser algo insignificante, cuando yo era enfermo con eso”.

Aunque quedó frustrado, se dio cuenta “de que Dios tiene todo preparado para ti”. Ese revés no lo amilanó para seguir una nueva ruta.

Después del deporte, otra de sus pasiones es la música, área en la que domina siete instrumentos, entre ellos piano, guitarra y batería. “Toda la vida he sido amante de la música y los deportes, y después de la pelota me incliné hacia el golf, que juego desde hace catorce años”, contó.

Luego agregó: “Si tú puedes definir un momento de Juan Carlos tiene dos cosas: golf y música. No en el mismo orden porque la música para mí está primero. Puedo llegar a mi casa a las tres de la mañana, prender mi piano y ponerme a tocar y cantar, eso es para mí un momento de paz, de de-sahogo”.

Otros oficios

En sus primeros años de juventud, trabajó como músico, empleado de la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (Onapi), fungió seis años de militar y estudió varios semestres de Mercadeo en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. “Se me quemaron siete materias por no poder pagar la universidad y ese día dije que no iba a seguir en eso y que tenía que dedicarme a lo que me gustaba, comunicándole a mi familia esa decisión”, relató.

Aunque no estudió más, sí hizo cursos relacionados al área que ahora desempeña y en la que tuvo como referente a su propio padre, el fenecido humorista Juan Carlos Pichardo. El joven humorista tiene cuatro hermanos.

Toda su vida se ha desarrollado en Santo Domingo, donde nació el 27 de julio de 1990 (tiene 28 años).

Aquí también encontró las luces del escenario hace siete años cuando pidió una oportunidad en un show de “stand up comedy” en Casa de Teatro. Esa primera vez “la gente se paró a aplaudirme y me di cuenta que podía conectar con un público que nunca me había visto, y ahí me enamoré de esto”.

Al principio hizo su decálogo de propósitos y entre ellos está que “mi humor no puede llevar malas palabras, tiene que ser apto para toda la familia”.

En estos años vio a su público crecer, a sus personajes ser aceptados y a los Premios Soberano llegar a sus manos (lleva tres).

El cantautor Ricardo Arjona y el comentarista Álvaro Arvelo hijo figuran entre los 36 personajes que imita a la perfección.

“La imitación es mi principal herramienta, y yo mezclo eso con mi forma de hacer humor”, expresó. Las más fáciles para él son las de Arjona y Toño Rosario. “La más difícil: Alejandro Sanz, nunca lo he podido imitar”.

Más de cerca

En lo personal, Juan Carlos también vive su mejor momento, con una pareja estable desde hace diez meses, y un peso corporal de 192 libras en la actualidad.

En 2017 llegó a pesar 360 libras. “Antes me quitaba la ansiedad con comida, y uno va engordando sin darse cuenta y lo vas resolviendo comprando ropa más ancha”. Fue entonces cuando decidió practicarse la bariátrica.

“La intervención fue por cuidar mi salud, aunque no estaba enfermo, sí llegó el momento que me sentía cansado; a veces la respiración agitada se me escuchaba a través del micrófono en los shows y empezó a preocuparme”, explicó.

Se convenció de que no quería llegar a los 30 años con esa gordura. Durante el proceso bajó a 168 libras hasta estos meses que subió a las 192, que está dentro de los parámetros.