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Talento

Alejandro MC: abogado de día, rapero de noche

Después de graduarse en Harvard, Alejandro MC volvió Manhattan, donde empezó a laborar como consejero en los proyectos de leyes y actualmente trabaja para una entidad de ayuda a los inmigrantes.

FLORANYI JAQUEZSanto Domingo, RD

Que un joven latino se dedique al rap no es extraño. Lo extraordinario es que sea un egresado de una de las universidades más prestigiosas del mundo: Harvard University, y se haya dedicado a la música urbana. Alejandro Noquel Matos es un joven dominicano que en la música urbana se conoce como Alejandro MC.

En lo profesional es un abogado con una maestría en políticas públicas y una pasión por la música, específicamente el rap.

En visita a Listín Diario contó que este amor surgió desde que estaba en la secundaria y escribía canciones con su mejor amigo.

“El rap me habló, hay cosas que tú haces y te sientes bien, siempre me sentí atraído a eso. Creo que era porque me daba una manera de expresarme en una forma que a veces no lo podía hacer al siempre ser estudiante meritorio las personas te encasillan y te ponen en cierta luz y el rap es una manera que me ayudaba a expresarme y no quedarme encasillado; yo trato de ser lo más genuino posible y no ser una persona arrogante ni nariz parada porque eso crea barreras a las personas”, expresó el abogado.

Alejandro nació en el Bronx, New York, pero se crió en Los Frailes II, aquí en Santo Domingo. A los 14 años regresó a los Estados Unidos y aunque no sabía hablar inglés tenía ilusión de estudiar allá y gracias a su empeño se gradúo con honores de la escuela bilingüe Gregorio Luperón en el Bronx.

Al terminar los estudios secundarios obtuvo su primera beca en una universidad privada para hacer la licenciatura en Ciencias Políticas con un enfoque en Latinoamérica, a la par que estudiaba iba a grabando canciones y compartiéndolas.

Situaciones El artista aplicó a varias escuelas, entre ellas la universidad de Columbia, donde también lo aceptaron, pero decidió ir a Harvard y hacer su maestría.

Con tan solo 20 años, Alejandro se sentía aislado y estuvo a punto de abandonar todo y volver con su familia.

“Estaba yendo a la escuela con personas de treinta años y más eso me ayudo a enfrascarme en la música era una forma de yo conectarme con las personas que deje atrás en la casa. También en la universidad me sentí igual de deprimido porque la mayoría de las personas eran anglosajonas no hacían las mismas cosas que yo, eran de diferentes cultura y la música siempre fue un refugio”, expuso.

En esos momentos se sentía fuera de lugar y sufrió de depresión. Esas situaciones lo ayudaron a romper barreras en su entorno. “Me sentía que yo no pertenecía a ese mundo; ahí habían personas adinerada, hijos de reyes de Arabia Saudita y yo soy una persona que su papá es taxista y mi mamá era profesora aquí y en Nueva York cuidaba personas mayores, me sentía fuera de órbita”.

Sobre las personas que juzgan el género urbano y a sus exponentes por la apariencia dijo que eso se debe a la doble moral, también a una falta de entendimiento y de educación, pero que hay muchos raperos influyentes que tocan la vida de la gente de una manera significativa. Entonces, “la moneda no tiene una sola cara”.

Música

Tiene un amor inconfundible por la música. Entre risas dijo que cuando se caso hace dos años en medio de la luna de miel estaba escribiendo canciones. En estos momentos se encuentra en el país promocionando algunas de sus canciones, entre ellas “Ella No Ta En Amore”, “El Real King” y “ Vamo’ a Enterrarlo”. estas últimas las tiene en solitario y en colaboración con un rapero del Bronx.

En su repertorio tiene unos 50 temas grabados y explicó que se expresa a través del rap. Por eso sus canciones hablan de todo un poco. Confesó ser alguien inquieto que le gusta aprender de lo que hace.

En sus planes está grabar un audiovisual. “Si fuera por mi hiciera una canción a la semana, me gusta mucho”, afirmó.

Labor social Después de graduarse volvió Manhattan empezó a laboral como concejero acerca de proyectos de leyes y actualmente trabaja para una organización comunitaria sin fines de lucro ayudando a los inmigrantes.