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CANNES

Guadagnino, Julianne Moore y Valentino, una extraña fusión de arte en Cannes

El director Luca Guadagnino, izquierda, las actrices Marthe Keller, Julianne Moore y el director creativo de la Maison Valentino Pierpaolo Piccioli posan para los fotógrafos en la convocatoria fotográfica de la película 'The Staggering Girl' en el 72º festival internacional de cine, Cannes, sur de Francia, viernes 17 de mayo de 2019. (Foto por Joel C Ryan / Invision / AP

El director Luca Guadagnino, izquierda, las actrices Marthe Keller, Julianne Moore y el director creativo de la Maison Valentino Pierpaolo Piccioli posan para los fotógrafos en la convocatoria fotográfica de la película 'The Staggering Girl' en el 72º festival internacional de cine, Cannes, sur de Francia, viernes 17 de mayo de 2019. (Foto por Joel C Ryan / Invision / AP

El realizador Luca Guadagnino, la actriz Julianne Moore y el director creativo de Valentino, Pierpaolo Piccioli son tres nombres más que reconocidos en sus respectivas áreas, pero su unión en el mediometraje "The Staggering Girl" ha dado un resultado extraño y vacío.

Presentada en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, la película responde a una idea de Piccioli "sobre las historias que dicen los vestidos, tanto emocionales como narrativas", explicó el realizador en una reducida rueda de prensa.

Guadagnino visitó los salones de Valentino y se dio cuenta de esa "fuerte narrativa" que tenían los vestidos y trabajo con Piccioli para realizar este mediometraje que se rodó en cinco días, uno en Nueva York y los restantes en Roma.

El filme sigue a Francesca (Julianne Moore), una escritora que vive en Manhattan, donde lleva una vida llena de fiestas y que se traslada a Roma para visitar a su madre, una excéntrica pintora (Martha Keller) que vive en un antiguo y desvencijado palacio.

Cada aparición de Moore parece más un desfile de modelos de Valentino que una historia coherente, lo que hace pensar que el filme es más un anuncio largo que una verdadera película, algo que rechazó Guadagnino.

Se trató, explicó, de "experimentar sobre la forma en la que se presentan las colecciones y trasladar esa narrativa a una narrativa cinematográfica".

La idea era mostrar el poder de la creatividad a través de la moda. "Cuando construyes un personaje es esencial pensar en su ropa porque refleja su personalidad", afirmó Guadagnino.

Por eso, el realizador y el diseñador quisieron hacer de los vestidos un elemento más de la película.

Precisamente la idea de llevar vestidos diseñados por Piccioli, llenos de color, fue una de las cosas que atrajo a Julianne Moore al proyecto, ya que admira mucho el trabajo del diseñador.

Pero cuando le enseñaron los modelos que luciría vio que eran todos en tonos neutros. "Yo me esperaba el rojo Valentino y me vistieron de lavanda", dijo entre risas la actriz.

Para Moore era más "un trabajo visual" en el que hay "una tremenda libertad". Y además le encantó que un solo actor, Kyle MacLachlan, hiciera todos los personajes masculinos de la historia.