Música

EN LA MIRA

Aisha Syed: la maternidad le ha mejorado su talento musical

FOTOS: Simón Espinal

Las fotografías que le hicimos, y que disfrutarán al pase de páginas, son suficientes para contemplar la complicidad maternal entre Aisha Syed Castro y su pequeña Olivia, que con 7 meses ya dice papá y mamá. Pero para conocer a esta madre primeriza tendrán que degustar pregunta por pregunta el porqué la reconocida santiaguera, ha conocido el verdadero amor incondicional a través de su hermosa niña. Nos llena de emoción el poderles compartir esta entrevista realizada a esta extraordinaria violinista, considerada como una de las más emocionantes y virtuosas del mundo; una que llena de orgullo al país en la música clásica.

Oh!Magazine: siendo sincera: ¿cómo percibías la maternidad antes de ser madre? A.S: Ser madre siempre ha sido una meta para mí, pero como soy primeriza, no sabía muchas cosas, especialmente la dimensión del amor que soy capaz de sentir cuando tengo a mi hija en mis brazos. De igual manera mi niña, por el primer mes completo, dormía en mis brazos día y noche; y estaba exhausta y no sabía a veces cómo reaccionar. Pero cuando ves la carita de tu bebé, a pesar de todo ese cansancio, ni lo sientes. Además, al pasar los meses, todo va mejorando, solo hay que tener paciencia.

Oh!Magazine: ¿Por qué decidiste mantener muy privado el asunto de tu embarazo? A.S: Mi trabajo como violinista clásica y mi vida personal son dos cosas totalmente separadas en cuanto a la vida pública. Así lo hemos decidido mi esposo y yo.

Oh!Magazine: ¿Cómo te cambió la vida el saber que llevabas en el vientre un ser humano creciendo en tu interior? A.S: ¡Fue una cosa impresionante! Saber que cada día crecía un ser en mi vientre, que es fruto del amor entre mi esposo y yo, me parecía un milagro.

Oh!Magazine: Ahora que precisamente estás de gira, ¿cómo te haces con la lactancia de Olivia? A.S: Inicié los viajes a los dos meses de haber dado a luz y, era bastante difícil, ya que estaba lactando. Entonces me llevaba el extractor a la habitación de hotel y cada tres horas debía extraerme. Le doy gracias a Dios porque pude lactarla hasta sus casi cinco meses y nunca se ha enfermado. Hubiese querido lactarla hasta sus seis meses, pero una situación fuera de mi control, me lo ha impedido.

Oh!Magazine: ¿tus 29 años era tu edad ideal para tener un bebé? A.S: Tuve a mi bebé a días de haber cumplido los 29, de hecho, casi nace en mi cumpleaños. Mi fecha ideal era más tarde, pero luego de un proceso quirúrgico invasivo en el 2017, quedé embarazada en un dos por tres. Dios ha sido misericordioso con mi esposo y conmigo al darnos nuestra niña.

Oh!Magazine: ¿La maternidad ha cambiado o mejorado tu talento con el violín? A.S: La maternidad lo mejora todo, aunque uno pase por días o semanas en los que, como madres, estamos exhaustas. Nos convierte en personas más maduras y con una capacidad ilimitada de amor hacia ese ser.

Oh!Magazine: Cuando olivia tenga más edad y te pregunte sobre lo que significa para ti tu violín, ¿cómo le responderías? A.S: Es mi trabajo. Debo de honrar a Dios en mi casa, en el rol de madre y esposa primeramente, y luego en mi carrera, ya que uno tiene que tratar de vivir lo que predica, especialmente delante de sus hijos, quienes aprenden más por ejemplo que por lo que hablas.

Oh!Magazine: En tu instagram, te hiciste una pregunta de qué le dirías a tu versión de 10 años. Ahora, te pregunto: qué le dirías a tu ‘‘yo’’ actual? A.S: Que no se desespere, que las cosas caerán en su lugar. Que trate siempre obedecer a Dios delante del público y fuera de él.

Oh!Magazine: Veo que en todos tus post pones al creador en primer lugar y en lo que va de la entrevista también: ¿qué mantiene esa gratitud constante? A.S: Es que es imposible no hacerlo. No tengo mérito alguno de nada bueno en mi vida, todo ha sido por su gracia. Mi vida, familia y carrera dependen de la voluntad del Creador. Me conmueve estar en el escenario, pero debe haber una zapata firme y segura sobre la cual colocar la emoción.

Oh!Magazine: si se presume de humildad, deja de ser humildad. sin embargo, existen cualidades que hay que autorreconocerlas y muchos dicen que irradias esa virtud. ¿cómo la alimentas y por qué les dirías a los lectores que la desarrollen? A.S: Mi madre me enseñó que todo lo bueno que he recibido, ha sido dado por Dios; entonces, no tengo nada por lo cual presumir. Además, en las calles, especialmente de nuestro país, hay un grado de soberbia en algunas personas casi surreal. Personas que quieren privilegios hasta en una fila, alegando que tienen ciertas amistades políticas o de clase alta o que ellos mismos son tal o cual persona; pienso que es algo extremadamente horrible y resultado de una mala educación, por eso trato de no comportarme así.

Oh!Magazine: En tus presentaciones luces tan entregada y emocionada, que queremos saber realmente, ¿qué pasa por tu mente en esos momentos? A.S: Lo que pasa en el escenario es el resultado de muchas horas de práctica en soledad. Cuando estás parada frente a una orquesta sinfónica y escuchas la introducción de los conciertos para violín de los grandes maestros de la música clásica y tocada por todo un equipo, debes estar cimentada como un cedro en el escenario, para poder ofrecerle al público un vehículo seguro en el cual viajar hacia otros mundos de la música.

Oh!Magazine: Tu estilo de vestir ha sido siempre formal. ¿lo decides por el género de música que haces o porque esa eres tú? A.S: Creo que es una mezcla. Si voy a invertir dinero significativo en ropa, me gusta hacerlo en piezas clásicas. Me fascinan los blazers. Ahora, una cosa son mis compromisos públicos y la otra es como visto en casa. En este caso, creo que la practicidad es la mejor opción.

Oh!Magazine: ¿Crees que la belleza de una mujer y su presentación abre fronteras de oportunidades? A.S: Te hablaría mentira si te digo que no; todo el mundo sabe que sí. Solo que esas “oportunidades” que una mujer decida explotar por su belleza, en muchos de los casos, no tendrán resultados a largo plazo, que le permitan no sólo gozar de una larga carrera, sino encontrar satisfacción al saber que ella tomó el camino de más resistencia.

Oh!Magazine: ¿cómo cuidas tu belleza ahora que eres madre? A.S: Digamos que hago lo normal. El cuerpo de una mujer, luego de tener una operación y una cesárea (tuve que realizar este procedimiento, ya que tenía placenta previa y en adición, la niña tenía dos vueltas del cordón en el cuellito) no es el mismo. He tenido que esperar a los seis meses para iniciar los ejercicios. Uso mucho cremas y me corto el pelo todos los meses yo misma. Oh!Magazine: Eres ya una embajadora de la música clásica en el país y gozas de reconocimientos e innumerables galardones, que si nos ponemos a mencionarlos, no terminamos. ¿soñabas con esto? A.S: Soñaba desde pequeña con tocar en todos los teatros habidos y por haber. Solo pensar en tocar me emocionaba tanto, que sentía mariposas en el estómago. Los reconocimientos y premios son maravillosos, pero no es lo central para mí.

Oh!Magazine: ¿Tienes algún ritual que realices antes de salir al escenario? A.S: En cuanto a rituales no tengo, lo que usualmente hago es que caliento tocando himnos cristianos como Amazing Grace, In Christ Alone, entre otros. Así enfoco toda mi energía en mi principal propósito: que es tocar y alabar al Creador.

Oh!Magazine: ¿Cómo ves a tu pequeña en 20 años y a ti? A.S: Yo espero que sea una persona que busque siempre hacer lo correcto, con un alto grado de excelencia. Espero estar con mi familia completa, quizás, más hijos si Dios lo permite.

Oh!Magazine: En tu camino hacia escalar profesionalmente o lo que muchos definirían como “fama”, ¿qué quisieras aprender y no perder? A.S: Uno va aprendiendo, paso a paso, que la fama es un resultado de lo que te gusta hacer y, en mi caso, no es una atracción en lo más mínimo. Deseo expresarme abiertamente como artista y saber en mi ser profundo que he dado lo mejor de mí, al tiempo de ser lo más auténtica posible en mis interpretaciones. En eso encuentro mucho más satisfacción.

Oh!Magazine: Háblanos un poco de tu reciente debut en el icónico Palau de les Arts, en España: A.S: Fue una experiencia maravillosa. He tenido el privilegio, por la gracia de Dios, de tocar como solista en salas tremendas como el Carnegie Hall en Nueva York, Palacio de Bellas Artes en México, Teatro Mayor en Colombia, Centro Kirchner en Argentina, Wigmore Hall, en Londres; entre otros. Pero este último, en el Palau de les Arts, fue impresionante.

Oh!Magazine: En un país como el nuestro, donde la música que abunda es la urbana y tropical, ¿de qué manera motivas a que expandan su oído para disfrutar de esta música tan sublime? A.S: He creado, junto con mi madre la Fundación Music for Life, con la que realizamos clínicas musicales en adición a nuestro Festival Música con Propósito, donde para cada edición recibimos alrededor de 60 niños a quienes se les imparten clases magistrales y totalmente gratis. Además de la oportunidad de tocar en el concierto de cierre del festival.