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Reflexiones

Luis José Germán: “Cuando yo era gordo visualmente era una carcajada obligada”

Luis José Germán fue un niño consentido. Su papi lo tuvo a los 50 años de edad: “Mi papá fue un apoyador conmigo; yo era su peluche, pero mami era más estricta, fue siempre la de la regla, el orden, la disciplina”.

De ambos padres sacó el lado artístico. Luis José Germán (Niní), fallecido en 2017, y Josefina Gallart son dos consagrados actores dominicanos que influenciaron la vida de su hijo, el menor de seis hermanos.

“Cuando vino la adolescencia, yo estaba tratando de llevarle la contraria al sistema y cuando todo el mundo entendía que yo tenía que hacer lo mismo que mis padres entonces eso lo que hacía era como que me alejaba más del arte porque no quería que la gente me aprobara por ser hijo de quién era”, comentó en entrevista con Listín Diario en el restaurante Nipau.

A pesar de eso, “tantió” a su padre “porque en el fondo yo sí tenía ese sentimiento de que quería ser artista y le dije que quería ir a estudiar a Bellas Artes”.

Con el consejo de su padre de que primero estudiara una carrera tradicional, ingresó a estudiar Mercadeo en la Universidad Pedro Henriquez Ureña (Unphu). Allí permaneció solo dos años y medio. Al final el arte pudo más.

“Como me pidieron que si dejaba los estudios tenía que aportar en la casa, entonces me fui a trabajar en McDonald’s, el primero que abrieron en la 27 de Febrero, donde aprendí a hacer hamburguesas, jajaaja.,.”, bromeó.

Luego fue a trabajar en un call center hasta las madrugadas, donde sus ocurrencias llevaron a su supervisor a recomendarle que deje eso y busque otro oficio, que terminó siendo el artístico.

Sus roles El tiempo lo ubicó en los orígenes familiares: el teatro, el cine y la televisión, donde desarrolla una carrera activa (es figura del programa “Chévere Nights”, que se transmite por Telesistema).

En sus 40 años de vida, varios cambios lo han marcado, sin mayores traumas. El más importante para él lo registra con la llegada de su hija. Para el público el más notable es el físico.

En su época de niñez y adolescencia en el sector Los Restauradores en Santo Domingo, “yo era flaquito, un niño en su peso normal”.

Su sobrepeso fue después de adulto. Su imagen se fue haciendo costumbre y hasta en los medios le decían “El Gordo Germán”.

“Yo era un muchacho que ganaba un buen dinero trabajando en Mango TV, durmiendo en la casa de mis padres, ¿qué era lo que tenía que hacer?, pues comer, beber y dormir”, expresa.

Luego agrega: “Cuando vine a despertar de ese estilo de vida ya tenía 100 libras de más porque el gordo nunca se da cuenta que está en esa condición”.

A los 27 años de edad iba por más de 300 libras y subiendo (llegó a 330) hasta que “una mañana me levanté, me sentía mal y me detectaron una arritmia cardíaca; me paré a tomarme la presión y me dejaron interno”.

Entonces tomó una decisión de vida: “Hablé con el médico y decidí hacer el proceso de la bariátrica”.

De la operación hace ya más de una década, y su peso mínimo en los primeros años fue de 170 libras.

Con satisfacción por el logro alcanzado afirma: “Yo he durado más flaco que gordo” y se alegra de haberlo hecho en esa época porque ahora con las redes sociales el ataque iba a ser fuerte.

Con bajar de peso ¿qué perdió?, se le preguntó. En broma respondió: “Perdí tiempo, jajaaja..”. En serio: “Yo entiendo que perdí visualmente una gracia que desprende de los que somos gorditos; le saqué mucho provecho a mi gordura y no me arrepiento... Visualmente yo era una carcajada obligada. Y pasa con el que es feo, narizón, orejú, es algo universal...”.

Ventajas Los beneficios del cambio de gordo a flaco: “Gané años, salud, eso es primordial; no me operé por un capricho, lo hice porque quería prolongar mi vida en ese momento; gané la oportunidad de demostrarme a mí mismo de que podía seguir siendo gracioso más allá de lo físico”.

Ya en los últimos años, la edad y la vida “te hacen aumentar, pero me cuido”. Además, en este año aumentó de peso porque un papel en el cine así se lo requería. Giancarlo Beras lo llamó para interpretar a Freddy Beras Goico en su etapa de joven.

“Yo estaba en un proceso de bajar de peso de nuevo, pero cuando Giancarlo me llamó para ofrecerme el papel de Freddy solté eso”, expresa en medio de risas.

Recién concluyó el rodaje y queda un reto: “Tengo que volver al régimen de dieta”.

A esto se agrega que tiene una familia “que tengo que velar por darle más años, hay que cuidarse”.

Lo más importante Más allá de lo físico, para Luis José el principal cambio que experimenta su vida es la llegada de su hija Miranda, junto a su esposa, la comunicadora Luly Rocha.

“Mi hija ha cambiado todo porque también llegó en un momento doblemente inesperado; supimos que estábamos esperando a Miranda una semana antes de mi papá morir (Luis José -Niní- Germán falleció en abril de 2017)”, comenta en uno de sus momentos más reflexivos.

Lo que pasaba en ese momento agridulce de la vida, de tristeza y alegría al mismo tiempo, lo describe así: “Era una mezcla bastante rara... estábamos felices porque esperábamos un bebé, y tristes por lo de papi, pero esperábamos saliera de la clínica para seguir celebrando, pero no fue así”. Desde entonces se aferró más a su familia.

Luis José Germán llegó a pesar 330 libras como se ve en Cristiano de la secreta. A la izquierda, durante la entrevista. SILVERIO VIDAL