ARTISTA
Nathalie Peña Comas: Una vida antes de llegar a “La Traviata”
Cuando la famosa soprano Nathalie Peña Comas tenía 13 años atesoraba la ilusión de ser una gran artista. Desde los ocho estudiaba flauta y piano, y estaba muy ligada al mundo de la música, pero su profesora de canto le dio la devastadora noticia de que no tenía condiciones para el canto lírico.
Fue un momento devastador y lo primero que hizo fue llorar, pero a su corta edad y en su corazón sabía que podía cantar. Y era lo que realmente anhelaba. Así que esta negativa evaluación la hizo más fuerte para ir tras sus sueños y continuar con sus estudios de flauta y piano, además de pertenecer a los coros de más de cinco instituciones en el país.
Trabajando en una línea aérea, logró ahorrar e irse un año a estudiar alemán a Austria, Viena, para luego optar por una beca para estudiar piano en la Universidad de Música y Artes Escénicas de esa ciudad. De 40 candidatos, Nathalie quedó entre los 20 estudiantes que tuvieron primero que pasar varias pruebas del idioma alemán. Así con 20 años se queda a vivir sola y comienza sus estudios, una licenciatura en piano.
Para costear su vida en el país europeo, primero trabajó como mesera, pero debido a que era un trabajo físico pesado para el cuidado de sus manos, entonces optó otro hacerlo como niñera.
Nathalie no duró mucho tiempo ejerciendo estas labores porque desde que inició sus estudios en la universidad comenzó a dar clases de piano particulares y cantaba en diferentes actividades corales.
En la universidad La joven dominicana llevaba dos años en la universidad y dentro del pénsum tuvo que optar por una materia de canto, y se decidió por dirección coral.
Es aquí que su profesora le dice: “¡Qué bonita voz tienes! ¿No te gustaría desarrollarla y dedicarte al canto?”
Nathalie le contó aquel feo episodio cuando en su país le notificaron que no tenía condiciones para el canto lírico, pero su profesora la animó para que tomara clases particulares con ella, y a la vez optar por otra beca para estudiar canto lírico. Durante dos meses Nathalie estuvo haciendo ejercicios vocales todos los días durante 45 minutos hasta que su maestra le preparó un programa, con el cual presentaría un examen de admisión en la misma universidad como solista.
En esa ocasión fueron 172 candidatos y solo eligieron 16, entre los que estaba ella.
“Comencé a estudiar, y llevaba paralela las dos carreras; una licenciatura en piano y otra en canto lírico solista de ópera y oratoria, y pedagogía vocal. También tengo una licenciatura como maestra”, reveló a LISTÍN DIARIO.
“Cuando me dijeron que no podía cantar tuve que llorar. Por dentro sabía que quería cantar, había un llamado dentro de mí para estudiar canto, pero al escuchar eso de una profesora importante de canto, pensé que tenía razón. Lo cierto es que cuando uno siente algo en el corazón, debe escuchar su voz interior”, expuso.
De esos momentos, Nathalie recuerda con agrado que 10 años después, la madre y la niña que cuidaba cuando era niñera estuvieron presentes entre el público durante una presentación en un teatro en Viena; entonces pudo ver con satisfacción el fruto de su esfuerzo, que hoy también llena de orgullo a todo un país.
Presentaciones El pasado mes de marzo la soprano dominicana hizo realidad uno de sus más grandes anhelos: cantar en el famoso teatro Musikerein de Viena. Allí interpretó la novena Sinfonía de Ludwig Van Beethoven, durante la celebración del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Austria y Japón.
En el país también cumplirá otro de sus sueños al protagonizar la ópera “La Traviata”, a presentarse los días 10, 12 y 14 de abril en el Teatro Nacional Eduardo Brito. Una obra en tres actos con música de Giuseepe Verdi, basada en la novela “La dama de las Camelias” de Alexandre Dumas. Se meterá en la piel de Violetta Valéry, bajo la dirección del director orquestal José Antonio Molina, en una producción de Fidel López.
Trayectoria Nathalie ya tiene 28 años de carrera y confiesa ser afortunada porque cuando estudiaba no recibió el rechazo por ser latina y dominicana.
Entiende que fue muy importante haberse presentado en todas las actividades corales y en los ensambles en que ha participado como solista.
“Nunca hubo ningún tipo de rechazo, la contrario cuando uno hace un trabajo bien hecho, el trabajo habla por sí solo, entonces se van generando invitaciones, los contratos, festivales y presentaciones”, explicó. Otra ventaja que tiene la soprano es que aprendió a tocar y a cantar con elegancia, tal y cual prefieren los vieneses.