La Cruz de Almodóvar

En el universo femenino de Pedro Almodóvar hay unas que reinan por encima de otras. La actriz Penélope Cruz engrosa esa lista en la que vuelve a figurar, esta vez en “Dolor y gloria”, que el director español calificó como su película más sincera y personal.

El cineasta, nacido en Calzada de Calatrava, Ciudad Real, en 1949, la llamó por primera vez en “Carne Trémula”, hace casi 18 años. Repitieron en “Todo sobre mi madre”, “Volver” y “Los abrazos rotos”, y la actriz siempre nombra al manchego tras recoger premios o reconocimientos. Ellos se adoran.

Como en producciones anteriores, este, que supone el vigésimo primer largometraje de Almódovar, contendrá ciertos tintes autobiográficos.

Esto aunque el personaje principal, que será un director “en su ocaso” -nada tiene que ver con el buen momento profesional que atraviesa el español a sus 69 años- y la trama servirá como pretexto, entre otras cosas, para reflexionar sobre la fina línea que separa la “creación” artística de la “propia vida”.

“Narra una serie de desencuentros, algunos físicos y otros recordados después de décadas, de un director de cine en su ocaso”, dice la nota de prensa facilitada.

“Los primeros amores, los segundos amores, la madre, la mortalidad, un actor con el que el director trabajó, los sesenta, los ochenta, la actualidad y el vacío, el inconmensurable vacío ante la imposibilidad de seguir rodando. ‘Dolor y Gloria’ habla de la creación, cinematográfica y teatral, y de la dificultad de separar la creación de la propia vida”, agrega.

En el filme también actúa Antonio Banderas, quien está convencido de que esta reciente película de Almodóvar tiene “algo de psicoanálisis” porque contiene “una búsqueda muy profunda dentro de él”.