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Punto de vista

Luis Medrano: “Gritando en voz alta y desesperados, así están los artistas y la cultura”

Redacción EntretenimientoSanto Domingo

Para el empresario artístico Luis Medrano, el folklore de República Dominicana ya no existe.

Este expresó que esa cultura musical que representaba el orgullo, el ego, la marca, las emociones, el auténtico sentido de mostrar las raíces de dónde vienes, ha quedado en solo una utopía.

“Nací y he vivido por y para ver a través de los años cómo van rumbo al olvido total todos los ritmos nacionales que nos hacen ser una pequeña isla con riqueza folklorica, con una gran fortaleza cultural, esa identidad como patria va directo al cementerio del olvido”, indicó.

Agregó que se ha perdido el respeto al talento y la cultura musical del país. Las raíces están en cuidado intensivo, sin médicos, sin medicinas y el oxígeno casi se termina y las pintas de sangre no aparecen.

Medrano se cuestiona que cual es el daño que le han hecho a los nuevos estrategas, mercadologos, publicistas, gerente de promoción, de marcas, de relaciones públicas o presidentes de las empresas de consumo masivo o de marcas que deberían de estar casadas con el compromiso de mantener vigorosa y viva nuestra identidad.

Añadió que los artistas dominicanos están desmoralizados, que observa como cada día son maltratados, irrespetados por el 99% de las empresas y marcas. Puntualizó que los nuevos genios de las empresas ni por educación lo reciben, y además ni una carta muchas veces le envían, no reciben ni explicación ni razones. "Hay empresas de esas que tienen un correo electrónico automático para ni verlo", dijo.

También recordó que durante los años 60, 70, 80, 90 y 2000 el trato hacia la clase artística, cultural y foklorica era de gran respeto, de educación, de orgullo y admiración lo que permitió que se reafirmaran los valores de la identidad y solidez del merengue, grupos de música típica, la mangulina y la bachata entraran con éxitos en el mercado mundial de la música.

“Los ejecutivos al frente de las diferentes empresas tenían la patria y su cultura como su norte y objetivo de mercado, los dueños y familias de esas empresas no permitían ni aceptaban que maltrataran ningún exponente de nuestros ritmos, su trato era afable”, puntualizó.

TEXTO ÍNTEGRO DE LA REFLEXIÓN DE LUIS MEDRANO

El país que no tiene folklore, esa cultura musical que es tu orgullo, tu ego, tu marca, tus emociones, tu auténtico sentido de mostrar tus raíces de donde viene es ya una utopía en el ex país que el poeta nacional Pedro Mir describió como la luz al final del túnel entre dos luces divina, ese país que está colocado en el mismo trayecto del sol y la luna.

Nací y he vivido por y para ver a travez de los años cómo van rumbo al olvido total todos los ritmos nacionales que nos hacen ser una pequeña isla con riqueza folklorica, con una gran fortaleza cultural, esa identidad como patria va directa al cementerio del olvido.

Se le perdió el respeto al talento y la cultura musical del país, nuestras raíces están en cuidado intensivo, sin médicos, sin medicinas y el oxígeno casi se termina y las pintas de sangre no aparecen, que Dios nos coja confesados.

Cuál es el daño que le han hecho a los nuevos estrategas, mercadólogos, publicistas, gerente de promoción, de marcas, de relaciones públicas o presidentes de las empresas de consumo masivo o de marcas que deberían de estar casadas con el compromiso de mantener vigorosa y viva nuestra identidad.

Los artistas dominicanos están desmoralizados, ven cómo son maltratados, irrespetados por el 99% de las empresas y marcas, los nuevos genios de las empresas ni por educación lo reciben, y además ni una carta muchas veces le envían, no reciben ni explicación ni razones, hay empresas de esas que tienen un correo electrónico automático para ni verlo.

Durante los años 60,70,80,90,2000 el trato hacia la clase artística, cultural y folklorica era de gran respeto, de educación, de orgullo y admiración lo que permitió que se reafirmaran los valores de la identidad y solidez del merengue, grupos de música típica, la mangulina y la bachata entrara con éxitos en el mercado mundial de la música.

Los ejecutivos al frente de las diferentes empresas tenían la patria y su cultura como su norte y odjetivo de mercado, los dueños y familias de esas empresas no permitían ni aceptaban que maltrataran ningún exponente de nuestros ritmos, su trato era afable.

Don Popi Bermudez, la familia Brugal, la familia Barceló, los fabricantes de Siboney y la familia León dieron un gran ejemplo de respeto, apoyo, respaldo y de orgullo por nuestros artistas y música, el 100% del presupuesto iba directo a reafirmar los valores culturales y musicales.

Las empresas de refrescos, tiendas y hasta los exportadores de bebidas extranjeras se disputaban el ser parte del movimiento musical y cultural.

Con la llegada de otras marcas y la pérdida de clientes o consumidores hacen un pequeño esfuerzo a veces las telefónicas, las cuales de su presupuesto el 99.9 % va al patrocinio de cultura foránea.

En esa estrategia también entraron las licoreras que fueron vendidas a extranjeros, aunque la mayoría son manejadas por ejecutivos dominicanos, quienes enfocaron su presupuesto en un 99% a la promocion de la cultura foránea, por ende al escape de la divida hacia el exterior, hay algunas pequeñas excepciones de nuevas marcas emergentes o en conflictos familiares.

El respaldo, apoyo o patrocinio a los artistas y sus propuestas es mucho más que un deber por encima de todo es mantener en el tiempo nuestra idiosincracia como nación.

Solo cuando una marca se ve amenazada por otra local o extranjera se preocupan o se acuerdan de los artistas del patio.

Los bancos y tarjetas de créditos están montados en el mismo carro.

Ser justo ante todo, el paso de la marca orgullo país en cerveza a manos extranjeras afectó en un 50% a todas las expresiones culturas en sus diferentes diversidades.

Ahora bien, si la CND decidiera hoy hacer lo mismo que las otras marcas, hoy estaríamos en la peor crisis cultural del país.

La Cervecería Nacional Dominicana invierte más que todas las empresas juntas en la cultura del país. En mis tantos años recorriendo el país, veo, escucho y siento ese gran apoyo de Cervecería.

En el más lejano o campo de difícil llegada ahí está la Cervecería con una tarima, luces, sonido y grupos musicales dándole apoyo a las patronales, carnaval o aniversario del pueblo.

Desde esa empresa se generan más de 700 presentaciones artísticas del talento nacional, siempre tienen algo para ofrecer a quienes tocan sus puertas, aunque no sea lo que espera el solitante ellos muestran respeto por la cultura y el folklore.

El mercado no ha cambiado. Lo que sí está cambiando es el respeto, amor, orgullo y dominicanidad, el complejo de superioridad, el engreimiento, ego y desconomiento de la importancia de la sociedad dominicana y su identidad por parte de gente que mira por encima del hombro a los merengueros, bachateros, salseros, grupos típicos que son los que ponen las marcas a vender.

Al pasar de los años desde el Ministerio de Cultura la ausencia es total en patronales, carnaval, fiestas patrias o aniversarios de los pueblos.

Si desde el Ministerio de Turismo desde que pasó el doctor Fello Suberví Bonilla, un gran funcionario y la visión y creatividad de Francisco Javier García, quien vio en la cultura musical del país una forma de promocional y educar sobre la importancia de orientar a los niños, adolescentes, jóvenes y adultos del por qué hay que cuidar y tratar bien a los turistas, junto a mandar el mensaje de un país seguro y en paz, una nación con buena cultura y oferta musical. Esa plataforma del ministro de turismo da trabajo y produce dinero por los impuestos de consumos en los eventos al estado, lo que es un beneficio multiplicador,

El Banco de Reservas, el ministerio administrativo de la Presidencia, el Ministerio de Cultura, el Senado y la Cámara de Diputados, efemérides patria, desde sus departamentos de cultura deben de desviar sus presupuesto de cultura hacia las artes, clásicos, teatro, grupos culturales folkloricos, patronales, carnavales, fechas patrias, festivales y sobre todo que nuestros artistas, músicos, actores y promotores culturales vivan decentes y con calidad.

A la Cervecería que se mantenga y amplíe su presupuesto, a las telefónicas que miren hacia la cultura, el ron que regrese a ser parte del folklore, a los refrescos que saquen presupuestos, los importadores de bebidas destiladas que pongan un poquito más, en fin sin ustedes muere nuestra cultura y nuestros iconos.

Esta reflexión es un aviso, un grito en voz alta en nombre de los que están sufriendo en silencio por temor a ser más maltratados de lo que están.

Mi relación como empresario y promotor cultural con todas estas empresas es excelente, solo estoy gritando lo que es una queja en voz baja de la colectividad cultural.

Ojalá logre algo positivo esta #reflexionesletales de Luis Medrano.