Días musicales
Música dominicana y jóvenes músicos en la diáspora
Entre el aquí y el allá “a lo dominicano” transita una buena carga de signos de identidad, un transporte rural, urbano y transnacional, de idas y vueltas constantes. Es en décadas más recientes cuando más marcado hemos sentido este tránsito desde afuera hacia adentro, en una yola al revés de merengue y bachata hibridados por agrupaciones como Aventura, Fulanito, Proyecto Uno, entre otras.
La experiencia de diáspora, la influencia de la cultura hip hop y la hibridación electrónica, son aspectos determinantes de la cuestión musical, no exenta de controversias en la media isla y debates relacionados a la autenticidad de los ritmos fusionados, la pureza de estilos y los valores culturales que representan.
En el presente, artistas como Romeo han sido legitimados localmente, por ejemplo, quedando en el pasado esa dualidad de lo bueno y lo malo, sobre todo en lo que respecta a la bachata, ya que con el merengue fue un tanto más difícil este diálogo intercultural e intergeneracional, sobre todo en el contexto de la década noventa, ya que en los ochentas el merengue “de nueva york” si gozó de la popularidad y a la vez del reconocimiento de la industria local.
La música hecha por jóvenes de ascendencia dominicana todavía al presente es una materia pendiente en cuanto al nacionalismo que sigue vigente en esta sociedad. Tres ejemplos pueden ser interesantes para una mejor comprensión: las músicas más tradicionales como merengue, típico y bachata, el movimiento de la música urbana y la escena alternativa dominicana fuera del país.
En años recientes sin embargo, el efecto boomerang ha sido evidente, sobre todo cuando desde fuera, premiaciones internacionales han reconocido a los talentos de las generaciones de la diáspora, y es aquí cuando confluyen viejos y nuevos valores de la nacionalidad de este o cual género musical o artista. Nombres como Cardi B., Amara La Negra comparten principalía con otros nombres como Prince Royce, Natty Natasha, Vicente García o Alex Ferreira, por ejemplo.
Artistas como Andre Veloz con su éxito “Eta que ta aquí”, Jarina de Marco, Jafé Paulino, multintrumentista, compositor y cantante quien recientemente lanzó la canción "Losing Game," con un pegajoso ritmo de soul con cumbia, son parte de este universo paralelo del aquí y allá dominicano. Igualmente Jobo, Palo Monte, Hecho en Brooklyn, Camello Feo, Chris Hierro, Zeo Muñoz, Yasser Tejeda & Palotre, etc., configuran desde los Estados Unidos una musicalidad propia con matices globales.
En España Ari G., Facundo González, quien aquí pertenecía al colectivo Lo Correcto y que ahora hace carrera musical en Madrid, así también el rapero Original Juan, el cantante Jay Rivera, entre otros, quienes representan una onda expansiva mediante el intercambio con músicos en otros contextos. Otros escenarios importantes son México y Colombia en donde residen Carolina Camacho, Giorgio Siladi, Aléx Ferreira y Vicente García y continúan desarrollando sus carreras.
Desde la diáspora continúan desarrollándose talentos con historias paralelas del merengue, la bachata y las fusiones musicales, mediante los traspasos de una memoria colectiva, de culturas locales y músicas del mundo que vienen y van, de lo underground a lo mainstream, y que nos resuenan bien, no importa que lleven tambora y traigan samples, que se canten en inglés o en español.