PANTALLA CHICA
#TuSerieFavorita: inicia la era de las mujeres
Una historia centrada en Claire Underwood (Robin Wright) como la primera presidenta de los Estados Unidos.
La sexta temporada de “House of Cards” llega cargada de drama, y una pizca de terror que se siente en cada esquina de la Casa Blanca. Pero esto no es todo, con Claire Underwood (Robin Wright) como la primera presidenta de los Estados Unidos la lucha por mantener el poder continua y llena de incertidumbre a todos.
La trama inicia dando un resumen del capítulo cinco, en una especie de contextualización sobre la muerte del ex presidente Frank Underwood (Kevin Spacey), con la cual surgen varias interrogantes, como: ¿Frank fue asesinado por Claire?, ¿Murió a causa de el disparo que lo mantuvo al borde de la muerte?, y otras preguntas que lograran mantenerte en vilo en los siguientes episodios.
En esta nueva era, Claire no solo es odiada por los políticos que la rodean, sino por la mayoría de ciudadanos, que la catalogan como el anticristo, ya que en sus decisiones se muestra parcializada y sin la mínima intención de ser dominada por un hombre.
Pese al excepcional trabajo de Claire, se siente profundamente la ausencia de Francis, y no por los diálogos menos sustanciales, sino porque ya estábamos acostumbrados al cuerpo sin alma de su esposo, y la forma descarada en que rompía la cuarta pared para expresarnos sus más oscuros pensamientos.
Con la introducción de nuevos personajes, la lealtad y la traición se convierten en los pilares de cada entrega, y con ello comienza a tener aires de la serie “Game of Throne”, no solo por exhibir una gran lucha de poder y muerte recurrente de personajes, sino porque están cargadas de mucho drama.
Consideraciones
Es casi seguro que a Claire nunca la hubiésemos visto tan fría y calculadora como ahora, y por supuesto que no es casualidad, porque la vemos más dispuesta a apoderarse de la Casa Blanca por muchos años, ya sea hundiendo compañeros, o simplemente matandolos, como ya ha hecho.
La estética propias de este film se jactan de ser extraordinarias, de romper con los parámetros con actuaciones irreverentes, soberbias y magníficas, que nos ponen a pensar en tanto en ese universo ficticio, que poco a poco se va acercando a la realidad.