Cine latino, presente en “Fine Arts 2018”

En América Latina, la mayoría de los cineastas que se han apoyado en contar historias con conciencia política, han tocado el privilegio de la taquilla. Películas que retratan la corrupción de un gobierno y la policía, la irresponsabilidad corporativa y la desigualdad económica están llenando los cines, ganando también la expansión internacional a través de festivales como Venecia, Toronto y San Sebastián, siendo el último el mayor escaparate de películas latinoamericanas.

Este crecimiento sigue siendo una característica constante del mercado cinematográfico latinoamericano, ya que los ingresos de taquilla siguen alcanzando marcas históricas, incluso en países plagados de agitación política y recesión económica. Sin embargo, el dominio de Hollywood sigue siendo un problema, ya que los grandes éxitos de taquilla perjudican los estrenos de las películas locales. De hecho, estas películas luchan contra las nuevas maquinarias de marketing dirigidas a América Latina.

Sin embargo, más allá de la selección a festivales, la mayoría de los latinoamericanos no pueden ver las películas de otros países. Mientras que la literatura latinoamericana cruza las fronteras internacionales, las películas rara vez se ven fuera de sus respectivos países. Es casi imposible ver una película venezolana en Chile, una película chilena en Colombia, una película colombiana en Perú, una película peruana en Argentina o una película argentina en México. A menos que sea dentro de un festival o que esta película venga acompañada de la mano de alguna distribuidora internacional, o Netflix.

El Festival de Fine Arts en esta edición ofrece al público las películas latinas que más han dado que hablar en este año, muchas de ellas siendo las más taquilleras del 2018 en sus respectivos países.

Por ejemplo, la película “El Ángel”, de factura argentina, es hasta la fecha la película que mejor ha debutado en el país del sur. Hasta la fecha, más de un millón de argentinos han visto la película de Luis Ortega, sumándole la visita a los principales festivales del mundo.

Pájaros de Verano, se perfila como candidata principal para ser nominada al ”scar. La película de Ciro Guerra y Cristina Gallego, ha sido vista en su país por más de 200 mil personas, colocándola desde ya entre las más taquilleras de la historia de Colombia.

Los documentales también tienen presencia, pero con poco aprecio de la taquilla, por alguna razón, nosotros los espectadores preferimos las historias de ficción que las son basadas en la vida real, fantásticos documentales como “Cuban Food Stories, “Ciro y yo” y “Ruben Blades no es mi nombre” podrían pasar desapercibidos por la audiencia de países extranjeros fuera de la presencia de algún festival. Posiblemente, la película basada en la vida del cantautor panameño, tenga mejor suerte ya que su presencia y nombre es de trascendencia mundial.

Películas como “Cenizas” de Ecuador, se estrenó en el pasado Festival de Cine en Miami con muy poca suerte. “Hijos de la Sal” de Venezuela, ha rodado por diversos festivales, siendo su mayor éxito el pasado Festival de Mérida en Venezuela. El filme “Buscando a Marcos Ramírez” de Costa Rica, tuvo su mayor éxito en su natal país, más no en tierras extranjeras, a pesar de contar una historia que fácilmente conecta con la mayoría del público.

El cine de género, el cual es poco usado dentro del cine latino, tiene dos importantes presencias con la cinta brasileña “Boas Maneiras” de Brasil y “Los Últimos” de Argentina, la primera es del género fantástico, mientras que la segunda pertenece a la ciencia ficción, ambas con buenas cartas de presentación de festivales pasados.

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OTROS CASOS

Hollywood se ha inclinado a usar nuestras historias, en esta ocasión tiene presencia con “Loving Pablo” con Javier Bardem y Penélope Cruz, dos de los actores latinos más conocidos, Escobar, el narcotraficante colombiano ha sido retratado a menudo en películas y series. Creo que ya deberíamos darle un descanso.

“Un traductor”, “Unicornio”, “El Chata” y “Nadie nos mira” podrían ser películas que el público no visite porque llegan a estos lados con poca promoción y con actores e historias que en pocas ocasiones el público visita.

Muy al contrario a la concepción que se tiene de que el cine latino alimenta su industria con la comedia, en los últimos años hemos visto un auge del éxito de cine dramático en cuanto al favor de la audiencia y la taquilla, tal vez, siendo impulsado por el mal uso del genero comedia. El género de acción y terror es poco usado dentro del idioma español.

El director mexicano Alfonso Cuarón podría ser la clave a mirar en este ano, ya que si última película “Roma”, producida por Netflix, ha estado en todos los festivales importantes de esta última parte del año, acaparando la atención de todos. La película se estrenara de manera limitada en algunas salas y de manera mundial en la plataforma online en noviembre, la estrategia que Netflix está utilizando para promocionarla, podría ser la llave de distribución que el cine latino necesita.

Si esta película se alza con algún premio importante fuera de festivales, podríamos ser testigos de algo trascendente.

Si calculamos el éxito de cine latino en base a taquillas vendidas, quedaremos rezagados. El verdadero éxito de nuestras películas es que en los últimos 15 años, hemos dado que hablar en el mundo, ya sea por nuestros directores o las películas.

Es apenas el inicio de un cambio que beneficiará no solo a una industria, si no a un público que quiere ver sus historias retratadas en diversas coordenadas del mundo. Ya estamos en camino, la pregunta sería es si el mundo está listo.