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Joseíto Mateo

Con sus merengues más famosos a todo volumen sepultan al Rey del Merengue

Con los merengues que lo hicieron famoso, sonados a todo volumen en el cementerio Puerta del Cielo, fueron sepultados ayer los restos del artista, Joseito Mateo.

“El negrito del batey”; “Caña dulce, caña brava”; “Desde que la vi, me enamoré de ella” y “Merengue es mucho mejor” sonaron uno tras otro en el camposanto, donde familiares, amigos y artistas fueron a darle el último adiós al “verdadero negrito del batey”.

El Rey del Merengue murió el día primero del mes en curso, luego de permanecer ingresado en el Hospital de las Fueras Armadas en Santo Domingo, tras ser diagnosticado con leucemia días antes.

"Me retiro cuando muera. No me retiraré yo, me van a retirar los años", había declarado entre risas “el Rey del Merengue”, quien a la hora de su muerte había cumplido 98 años de edad.

A pesar de su edad, Joseíto seguía demostrando su fuerza interpretativa y su destreza en el escenario, tal y como lo hizo en la premiación del Soberano del presente año cuando fue homenajeado.

Y es que la labor profesional de Mateo se ha extendido por más de 80 años, por lo que constituye un importante referente de la dominicanidad y su cultura musical.

Su estilo se caracterizó por su participación en escena, la cual enriquecía con su forma de bailar y cantar.

Por sus aportes a la música, en noviembre de 2010, en la entrega de los Grammy Latinos, Mateo fue reconocido con el premio “Excelencia Musical”, que entrega la Academia Latina de la Grabación.

Su hijo, Joseíto Mateo Junior, quien dio el panegírico, agradeció en nombre de la familia al país, por amar a su progenitor.

“Mi padre, lo que me trajo a mí y todos los que estamos aquí, fue alegría y nosotros por eso tenemos que devolverle a él toda la alegría que se merece. Las lágrimas que derramo en estos momentos son de regocijo, porque Dios me dio la oportunidad de tener un padre famoso y amado por millones de personas”, dijo.

Manifestó que no esperaba que el día de su partida llegaría tan pronto, por lo cual no asegura no olvidará ese momento en que su cuerpo descendió al fondo de la cripta.

Sin embargo, también dejó bien claro que él es parte de la familia del artista y que a pesar de que nadie lo conoce ni sabe quién es él, es su hijo.

Agregó que cuando regresó al país después de 35 años de vivir fuera, lo recibieron de forma negativa en su propia casa.

“Quizás no entendían ni sabían en realidad quien soy yo, pero cuando me vieron otros de esos que me conocían, me dijeron viniste a reclamar lo que te pertenece, viniste a reclamar lo que te pertenece. Mi padre siempre me decía, el primero lo puso Dios y el segundo lo puso él y por eso me llamo Joseíto Mateo Junior. Gracias padre por ponerme ese nombre”, puntualizó el hijo.

En la ceremonia estuvo presente la ex merenguera de la Chicas del Can, Gisselle y Kaky Vargas, hermano de Sergio Vargas, quien describió a Joseíto como un maestro.

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