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Ryan Reynolds y Josh Brolin presentan Deadpool 2:"En las películas de superhéroes hay grandes momentos de cine"

El viernes 18 de mayo llega a los cines españoles Deadpool 2, la nueva película protagonizada por el irreverente personaje de los cómics de Marvel al que da vida Ryan Reynolds. Un antihéroe bocazas y "bastante idiota" que vive momentos bajos y que en esta ocasión comparte estrellato con Cable, el imponente mutante con un brazo cibernético y la capacidad de viajar en el tiempo que está interpretado por Josh Brolin.

Tras arrasar con su primera entrega -que se convirtió con más de 780 millones de dólares no solo en la película del Universo X-Men más exitosa, sino además en el filme para adultos más taquillero de la historia-, el personaje creado a principios de los noventa por Rob Liefeld y Fabian Nicieza, conocido también como Masacre en los países de habla hispana, vuelve a la carga dispuesto a reeditar el taquillazo.

Pero, tal y como hace su personaje en pantalla, Reynolds apuesta por darle la vuelta a la tortilla y no dejar que el éxito la primera entrega suponga más presión en la secuela y convertir así Deadpool 2 en "una experiencia incluso más divertida". "Ya no teníamos el lastre de los orígenes y teníamos libertad para contar la historia que queríamos contar", recalca Reynolds durante un encuentro con la prensa en Madrid en el que no ha dudado en calificar el de Wade Wilson como el papel de su vida.

"Es un privilegio interpretar a un personaje como este. Deadpool ocupa un espacio único en los cómics y en el cine. Es el único superhéroe que dice lo que probablemente el público está pensando mientras ve la película", afirma el actor que ejerce también de productor y guionista. Y es que, tras el gran esfuerzo que implicó sacar adelante la primera entrega -"Yo no estaría hoy aquí si no fuera por los fans y por Internet", confiesa- Reynolds que ha convertido Deadpool en una suerte de saga de superhéroes de autor, en un empeño muy personal. Aunque, eso sí, reconoce que nunca se planteó tomar totalmente el control y dirigir el filme.

"Me gusta trabajar con directores... pero no me gusta tanto trabajar conmigo mismo. Es bueno tener una segunda opinión", dice entre risas para, acto seguido, deshacerse en halagos hacia el nuevo director de la saga, David Leitch (Atómica, John Wick) que toma el testigo de Tim Miller tras las cámaras.

Un cineasta que, asegura, aporta no solo su "maestría" a la hora de rodar secuencias de acción, sino que también "entendió perfectamente por lo que lucha Deadpool", esos sentimientos y sufrimiento que conforman "el lecho emocional" que mueve al "disfuncional" e "idiota" protagonista de la saga, que en esta entrega se enfrentará de nuevo al "dolor", y la tragedia con el humor como mejor arma. "En mi vida he afrontado todo aquello que me ha hecho daño con mucho humor para sentirme menos herido. Lo hacía cuando era niño y es lo que hemos querido hacer con el personaje", apunta.

BROLIN, MUTANTE Y VILLANO

"Me lo paso realmente bien. Soy un hombre de 50 años que se lo pasa muy, muy bien a su edad en este tipo de películas", afirma Josh Brolin que, tras encarnar al villano Thanos en la ya 'milmillonaria' Vengadores: Infinity War, hace doblete en el cine de superhéroes dando vida al mutante Cable. Un género que defiende frente a los estereotipos y la posible saturación del público.

"Un filme de superheroes no tiene por qué ser empalagoso ni simplón, el hecho de que todas las películas de superhéroes cuenten con actores con tanto talento y tan respetados es prueba de ello", esgrime Brolin que defiende que estas películas pueden ser tan buenas como las de cualquier otro género y contar con grandes historias y grandes "momentos cinematográficos". "Incluso aunque sean tan absurdas como lo es Deadpool", apunta.

Menos dicharachero que su compañero de reparto, el protagonista de Sicaro o No es país para viejos también ensalzó ante la prensa española el valor de un filme tan irreverente e incluso "ofensivo" como Deadpool en tiempos en los que impera la corrección política. "Hay algo maravilloso en esta clase de humor, es un soplo de aire fresco", señala Brolin tras comparar el tono del personaje con el humor ácido y gamberro que exhibe, por ejemplo, Ricky Gervais.

"NO QUERÍAMOS TERMINAR ARRESTADOS"

"No puedes hacer una película como esta si estás preocupado por lo que dirá la gente o a quién puedes ofender. Para hacer la tortilla hay que romper algunos huevos", apostilla Reynolds que admite que autocensuraron algunas bromas y tuvieron que rebajar el tono de algunas líneas de guión para no "ir demasiado lejos" y "terminar arrestados". "Está bien, es parte del trabajo de escritura", dice el actor que firma el libreto junto a Rhett Reese y Paul Wernick, guionistas del primer filme.

Algunas de estas bromas tenían como objeto de burla a Disney, el estudio que ya es propietario de Marvel y que, si las autoridades estadounidenses autorizan finalmente la operación, se hará también con 20th Century Fox y, así, con los derechos cinematográficos de Deadpool y del resto de personajes del Universo de los X-Men. Algo que, en principio, no preocupa Reynolds que espera seguir en la misma línea en las futuras películas del personaje que, junto al propio Cable, encabezarán la X-Force, un equipo de élite que hace su presentación en este filme.

En este sentido, y en comparación con los superhéroes del Universo Cinematográfico Marvel, Reynolds señala que Deadpool es más "callejero" y "sucio", pero también más "terrenal" y sobre todo "más libre". "Podemos hacer cualquier cosa con él", apunta. "Deadpool no es un superhéroe, es un antihéroe con una moral mucho más flexible. No es un tipo perfecto como Superman o Capitán América, eso precisamente es lo que le hace mucho más interesante", sentencia Brolin.

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