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Etnográfica: El estudio social de “Cocote”

La película de Nelson Carlo de los Santos es un paseo a través de la religiosidad popular, con una historia de venganza como excusa.

El padre de Alberto (Vicente Santos) ha sido asesinado por un Martínez (Pepe Sierra, perfecto en cada actuación), y él tiene que ir desde Santo Domingo hasta Pedernales para estar con su familia. Allí tendrá que decidir entre seguir sus creencias evangélicas o vengar a su progenitor como le exigen sus hermanas.

Esta es la premisa de “Cocote”, escrita y dirigida por Nelson Carlo de los Santos, que se debate entre esa historia que narra, y otros elementos visuales que le aportan un aire de documental de estudio antropológico y social.

La película es también como un viaje iniciático para Alberto, quien tendrá que enfrentar las creencias santeras de su familia en contra de su cristianismo protestante. Y aquí es donde se encuentra la parte social y etnográfica, al enfocar, de una forma muy apegada a la verdad, ambas manifestaciones de la religiosidad dominicana.

Todo esto enmarcado en un estilo narrativo matizado por una forma peculiar de encuadrar, con planos largos, cambios de color a blanco y negro, planos de detalle, el uso de la iluminación, que hacen de “Cocote” un trabajo que se aleja de lo que se ha visto en nuestra filmografía. Un trabajo que destaca la labor del cinematógrafo Roman Kasseroller.

Dividida en cinco capítulos, el peso de la historia es llevada por Santos, excelente en su actuación del hombre que tendrá que hacer frente a su destino.

Un viaje en el que De los Santos ha tenido como marco las celebraciones religiosas de palos que se le hacen al muerto. Un viaje cuyo culmen es expresado con dos tomas panorámicas de 360 grados, y en la que la resolución es mostrada (o no mostrada) de una forma creativa.

Los diálogos y la forma en que los actores los expresan son elementos que dan también el aspecto de documental, ya que los mismos son dichos con la forma y la naturalidad propia del dominicano de la clase social de los personajes. Esta naturalidad toma por sorpresa a la audiencia, que puede reaccionar con risas, aunque realmente lo que narra la historia es una tragedia familiar.

En esta cinta pesa tanto la forma como el contenido y pareciera que se manejan dos historias, una plenamente visual y llena de alegorías. Ejemplo de ello es la escena en la que Chave (interpretada de manera correcta por Isabel Spencer) le cuenta a Alberto que su padre fue decapitado, mientras en sus manos se aprecia un cuchillo descuartizando un pollo.

De igual manera, y aunque no se presenta esa escena, es tal la forma en que es mencionado ese hecho que el espectador la puede imaginar. Ese dolor de que a su padre “lo mataron como a un perro”, se expresa mientras Alberto ayuda a Chave a entrar un chivo despellejado en una funda negra, y luego se da paso al video del dueño del chivo “Palomo”, llorando su muerte, como si de una persona cercana se tratara. Algo que contrasta con el asesinato impune de Eusebio Almonte.

Ficha Reparto: Vicente Santos, Judith Rodríguez, Pepe Sierra, Isabel Spencer y José Miguel Fernández; Yuberbi de la Rosa y Kalyane Linares. Dirección, guion y edición, Nelson Carlo de Los Santos Arias. Producida por Fernando Santos Díaz y Lukas Valenta Rinne. Cinematografía de Roman Kasseroller; Dirección de arte: Natalia Aponte.

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