La primera experiencia en Premios Soberano

Ser parte de la premiación más importante del país, es la consagración para muchas figuras del espectáculo dominicano. En especial tener el compromiso de la producción, conducción y el vestuario de los Premios Soberano (en sus inicios Casandra) es el punto máximo en la carrera artística de muchos de ellos.

Por eso la primera experiencia en estas funciones siempre será inolvidable, llena de anécdotas y momentos que jamás se olvidarán.

Este 2018 Nashla Bogaert en la conducción y Alberto Zayas en la producción se estrenan en el Soberano. La Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) y la Cervecería Nacional Dominicana (CND), gestores del evento, esta vez han apostado al talento joven y las oportunidades que merecen.

Zayas recuerda que trabajando, detrás del escenario, con Aidita Selma (2004) se propuso que algún día estaría al frente de la producción del gran evento. Desde entonces, hace 14 años, se fue preparando y trabajando para demostrar que merecía la oportunidad.

“Ese año me dije que este va a ser mi último premio detrás del escenario, el próximo será para buscar uno y en el 2005 recibí mi primer Casandra, y desde ahí para acá comencé a prepararme para poder lograr esta oportunidad que tengo hoy”, reveló Zayas. El joven productor de espectáculos y televisión recordó que ha sido nominado en unas diez oportunidades y ha ganado siete estatuillas.

En esta posición también se encuentra la joven actriz y conductora de televisión Nashla Bogaert, de 31 años de edad, y quien inició una carrera a principio del 2000, destacándose en el cine local como una de las figuras más potables del ambiente artístico.

Al conversar con Listín Diario, Nashla confesó que también soñó con subir al gran escenario del Teatro Nacional y tener la oportunidad de conducir los premios. El momento llegó, y aunque no deja de sentir mariposas en el estómago, está consciente de que es una gran oportunidad para compartir con el pueblo dominicano y disfrutar ese gran momento.

Que este 2018 la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) y la Cervecería Nacional Dominicana (CND) dieran paso al nuevo talento con la participación, por primera vez, de Nashla Boagert en la conducción y Alberto Zayas en la producción, trae a colación que algunos de sus actores recuerden esa primera ocasión cuando les tocó ser parte de este importante ceremonial que reconoce la clase artística dominicana.

Para el diseñador Leonel Lirio, quien inició en 1992, vistiendo a los presentadores, de ese entonces, Cecilia García y Carlos Alfredo Fatule, daría paso a lo que sería la primera etapa de la moda y alta costura en el país. Esa noche Leonel tuvo tres cambios de ropa para Cecilia y Carlos Alfredo y este detalle, se convirtió en parte de la novedad de esa ocasión.

“En los premios Soberano, antes Casandra, viví la experiencia de vestir a las figuras más importantes de este país y compartir con famosos artistas internacionales. En 1994 Guillermo Cordero tuvo su primera oportunidad para producirlo y estuve encargado del vestuario de los presentadores que fueron Charytín Goico, Freddy Beras Goico y Yaqui Núñez del Risco. Desde entonces he vestido a muchos de ellos”.

Por años Leonel, junto a Milagros Plasencia, también estuvo encargado de la ropa que usarían todos los artistas y bailarines que subían al escenario.“Los premios siempre han sido una gran oportunidad para cualquier profesional. Es la referencia más importante que tiene el arte dominicano en sus últimos 30 años. Es la plataforma que tenemos para exhibir nuestro arte. Conmigo inició una nueva etapa en el mundo de la moda dominicana. A partir de ese trabajo exhibido en esta plataforma artística se pusieron de moda los diseñadores en el país y esto permitió que se posicionaran, luego de la implementación de la alfombra roja”.

El diseñador ha trabajado con Guillermo Cordero, Aidita Selma, Fidel López, René Brea y Edilenia Tactuk.

EN 2011 SE ESTRENÓ RENÉ BREA Productor. René Brea llevaba cuatro años realizando la transmisión de televisión del Soberano. En el 2011 se encontraba en Nueva York junto a su esposa Selinée Méndez, y recibió la llamada de su comadre Jatnna Tavárez para que licitara en la Cervecería para producir los premios. En un principio René no hizo caso al pedido, pero Selinée fue la bujía para que se entusiasmara y presentara una propuesta, la cual ganó y realizó con éxito. Al siguiente año volvió a concursar y ganó el contrato por cuatro años.

LO VIVIDO POR RENÉ “Realmente fue una experiencia agridulce. Siempre he dicho que no hay eventos pequeños, pero cuando te das cuentas que eres el jefe de todo, realmente uno se estremece. Venía de una vasta experiencia, de opinar y meter la cuchara cuando otros productores estaban al frente, pero cuando me vi frente al escenario me dije: - me voy a divertir con mis ideas que ya podían fluir porque tenía el soporte económico de Cervecería. En esa dirección comenzamos y, obviamente, en ese año y durante los 4 siguientes. Mi visión como entendía que debían hacerse las cosas han quedado de referencia del evento, entonces no estábamos tan equivocados”.

El productor recordó que su “talón de Aquiles” era que se enojaba con facilidad. Estar al frente de la producción aprendió a controlar su enojo y a no estallar cuando las cosas no salía como la esperaba. “Yo estallaba por cualquier cosa, con esa primera experiencia aprendí a controlar mi ira”.