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Aute publica “El sexto animal”, su visión mordaz de la realidad

Escritor. Luis Eduardo Aute publicó un libro de “poemigas” titulado el “Sexto animal”.

“No es poeta quien escribe poemas, sino quien utiliza cualquier medio de expresión y es capaz de ir un poco más allá del espejo, de construir una mirada distinta”. Eso piensa Luis Eduardo Aute y es lo que hace en “Sexto animal”, un libro de “poemigas” y otras iconografías, que acaba de ser salir a la calle.

El libro ha sido publicado por Espasa, y cuenta con prólogo del poeta Fernando Beltrán, quien define a Aute (Manila, 1943) como “gamberro del idioma. Sancho Panza del verbo. Quijote hasta el hallazgo”.

Un poemario que sale esta semana y en el año en el que Aute, poeta, pintor, cantante y director de cine, entre otras cosas, cumple 50 años en el mundo de la música.

El libro, que se publicará próximamente en Latinoamérica, incluye un apartado con fotos y dibujos hecho por el autor, bajo el título de “Pornografía marmórea o Sexo en la bañera de la habitación 19-12 del Holiday Inn de Puebla, México, 2015”.

Se trata de las visiones eróticas que Aute obtiene al observar las paredes de mármol del baño de un hotel e incluye las fotografías del original y los dibujos a lápiz con los que el cantautor construye esa mirada distinta y sin límites sobre una realidad más pragmática.

La mirada libre e independiente es una de las característica que definen desde el principio de su carrera a este polifacético artista.

El libro también incluye sus “poemigas”, sus piezas poéticas; esa especie de greguerías o aerolitos, como los hacía también el poeta Carlos Edmundo de Ory y con los que tiene bastante conexión.

Lo que trae “El sexto animal” encierra “poemigas” como: “Cuando alumbra/la penumbra, la oscuridad deslumbra”; “Unos van al tajo y otros se llevan la tajada” o “Aprender, aprender, aprender...no para saber más/que el otro, sino para saber más/del otro, u otra, que esa es otra...”.

“Y también: Qué inútil la vida sin alguien/que, por el hecho de existir/justifique la existencia/del otro o “El corazón del Universo” deja de latir, no cuando se apaga la vida, sino cuando se apaga el deseo de amar y ser amado”.

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