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CINE

‘Me and Earl and the Dying girl’

Actuación. Bien hecha e interpretada por Thomas Mann.

Armando Almánzar R.Santo Domingo

Esta película viene del Festival de Fine Arts y, a pesar de ello, no es cosa del otro mundo. Sin embargo, como se promueve, hasta en sus mismos avances, como una comedia, y todos suponemos que vamos a ver una comedia para olvidar las preocupaciones y reír a más no poder, tendríamos por fuerza que hacer ciertos aclaraciones.

El personaje central de la historia es un adolescente, Greg, que es un chico solitario, apenas tiene un amigo, un jovencito como él, pero negro, y que no gusta de casi ningún tipo de actividad social.

Por esa sencilla razón, Greg se siente más que incómodo cuando su madre, tratando de hacer una “obra de bien social” bien vista por todos, casi (y sin casi) le obliga a relacionarse con Rachel, chica bonita y adolescente también, pero que difiere de los dos amigos por un pequeño detalle: está muriendo de un cáncer o un tumor o lo que sea.

Y es esa relación, la de Greg y Earl, la de ambos con Rachel, lo que nos cuenta la película de este señor de origen latino, pero de todos modos norteamericano: Alonso Gómez-Rejón.

Y Gómez-Rejón toma el guión escrito por Brian Eno, quien se basa en su propia novela, para contarnos la historia a través de unos diálogos que en numerosas oportunidades distan mucho de ser “simpáticos”; por el contrario, muchas de las situaciones y lo que en ellas se dice, muy en especial, como es natural que así sea, las de Greg, resultan tan ríspidas que tendemos a rechazarlas, porque no estamos acostumbrados a que se enfrenten de tal manera circunstancias tan dolorosas.

Bien hecha la película, muy bien interpretada por Thomas Mann (nada que ver con el novelista germano), que hace de Greg, RJ Cyler, Earl, y Olivia Cooke, que es la Rachel.

En otras palabras, que si quiere ver boberas simpaticonas, esta no es su película, pero, que, por si acaso, podemos recomendarla para gustos no demasiado simplones.

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