DESDE LA ÚLTIMA BUTACA
Camille regresa
Estamos frente al tradicional cine francés que rompe esquemas comerciales. “Camille regresa” propone una mirada muy personal al universo de una mujer que intenta reconstruirse. Para hacerlo, su directora Noémie Lvovsky (guionista y protagonista a la vez) escribió un argumento donde la protagonista que regresa al pasado con la personalidad, los conflictos, las arrugas y la madurez del presente. Por esas causas, la película propone un espiral de dos mundos totalmente irrepetibles. Uno ya pasó y el otro está a punto de pasar, por mucho que se pretenda criticarlo o conservarlo como vía de escape hacia lo imposible. Es una cinta que no pretende replanteos emocionales ni estructuras simbólicas. Mucho menos hallazgos controversiales y sentimientos reencontrados. Su directora intenta un viaje interior, con virtudes, defectos, asombros y nostalgias. Este viaje, con un pulso creativo, nada pretencioso, mantiene un ritmo cinematográfico aceptable gracias a ciertos roces con el género de comedia, aunque estamos frente a un drama donde los adultos intentan volver a su juventud desde su propia adultez en busca de algo “mejor”. Lvovsky escribe sobre un viaje al pasado sin carrozas, ni aventuras exóticas. Es un viaje que puede ser aterrador por las verdades que enfrenta la protagonista, y que ella misma no sabrá cómo resolver porque la solución entraña la toma de decisiones que afectarán el resto de su vida. Es también un homenaje al reordenamiento interior y al ajuste de cuentas con las acciones de las cuales una persona podría sentirse arrepentida de haberlas cometido. Sin embargo, la protagonista descubre, a fin de cuentas, que lo importante no es volver la vista atrás para cambiar las cosas, sino aceptarlas como llegan en el presente, Este guion que canta los valores de la introspectiva sobresale también por la sutileza de su puesta en escena, donde la fotografía ocupa un espacio delantero en este viaje por el tiempo. También la música saber jugar un papel de complemento eficaz, tanto por sus saltos en el tiempo como por la correcta elección de temas y sonoridades apropiados para cada época. Lo mejor de esta cinta, además de la osadía de una mujer por dirigir, escribir y protagonizar, está en la ausencia de moralejas. El espectador saldrá de la sala oscura reflexionando sobre la importancia de aceptar el pasado y disfrutar el presente, ser agradecidos de la vida por las aventuras y conflictos que nos regaló, y con del deseo de armarnos de coraje para recibir con entusiasmo lo que podrá venir en el futuro. Ficha técnica. País: Francia. Año: 2012. Duración: 114 minutos. Directora y guionista: Noémie Lvovsky. Reparto: Noémie Lvovsky, Samir Guesmi y Judith Chemla Sinopsis: Una actriz de segunda categoría y que ha visto pasar sus mejores años, con una hija alcohólica y en proceso de divorcio, acude a una fiesta de año nuevo y allí despierta en su pasado, a la edad de 16 años, pero con la misma imagen del presente, el cual intenta reconstruir.