DESDE LA ÚLTIMA BUTACA
Rachel Getting Married
Ficha técnica: Título en español: La boda de Rachel. Dirección: Jonathan Demme. País: USA. Año: 2008. Duración: 113 min. Reparto: Anne Hathaway, Rosemarie DeWitt, Mather Zickel, Bill Irwin, Anna Deavere Smith, Tunde Adebimpe. Guión: Jenny Lumet. Música: Zafer Tawil y Donald Harrison Jr. Fotografía: Declan Quinn. Sinopsis: Cuando a Kym, una drogadicta en rehabilitación se le concede un permiso para asistir la boda de su hermana Rachel, no puede evitar que en el encuentro familiar salgan de su interior una serie de fantasmas de su pasado. Dispoible: Centros de vídeo de Santo Domingo y Santiago. I Que una cinta como “Rachel Getting Married de Jonathan Demme haya pasado sin penas ni glorias para el jurado que nominó a las mejores películas y directores del año 2009, reafirma que Hollywood, como industria cultural, vive un proceso de franca decadencia. De todos es sabido que los concursos son caldos de injusticias y que no siempre se premia lo mejor, sino lo que al jurado más le gusta. El director que nos ocupa supo dejar a un lado las mañoserías estructurales del cine comercial y con su cámara en mano se “metió” en medio de una “fiesta” familiar para desnudar traumas y conflictos aplazados. Esa cámara en constante movimiento, alejada de los resortes de la narrativa cinematográfica convencional, fue el principal motor técnico que movió la puesta en escena de un guión que reprodujo sin nimiedades ni mimetismos un mundo de absurdas apariencias, donde lo simbólico apenas se percibe gracias a la manera en que la historia pudo ser contada. y no al poder sugeridor de esa historia en sí. El trabajo de Demme crece porque supo separar los rituales para adentrarse en el caos. No temió a los formalismos de una película coral donde las individualidades deben pasar a un segundo plano, porque en todo momento, su intención profesional se centró en la captación de la catarsis colectiva como principal soporte ético de su discurso cultural. Estamos, pues, frente a obra sin desbalances actorales ni estéticos (aunque Hollywood trató de hallarlos al nominar solamente a Anne Hathaway como mejor actriz), donde los diálogos son piezas antológicas que retratan algo más que estados de ánimo. Un filme donde cada quien sabe de que lado está la sombra que opaca su certeza, y trata de que esta no salga a flote con un fusil en las manos. La película de Demme también llama la atención por tocar “sin complejos de culpa” un fortuito matrimonio multirracial que se convierte en sustrato reactivo de las hondas diferencias y resentimientos entre hermanos, padres e hijos. No busque, pues, el espectador, la acción o la omisión a lo largo de este filme. Serán la palabra precisa, el diálogo cortante, la cámara espía, los sonidos eclécticos y la verdad dicha sin tapujos sus principales logros, porque aquí que insiste en denunciar la poca atención familiar en la formación de sus hijos. Rachel Getting Married es un filme de rupturas que no pasará inadvertido para aquellos que crean en el valor de los remordimientos. Y sobre todo, en la importancia de no tener buena memoria. Pero este no es el tipo de filme que gusta a Hollywood. Por suerte, todavía quedan en el mundo Quijotes que aman la cultura y son capaces de hacerla en forma de imágenes en movimiento.