HUMOR-ZITO
La ranita
El camarero estaba un poco intrigado, pero no se atrevía a decir nada al cliente de la barra, quien poco antes había sacado una ranita de sus bolsillos y la colocó al lado de su vaso. Cada vez que terminaba, el tipo pedía otra copa y acariciaba a la ranita, que se mantenía tranquilita con ojitos de “yo no fui”. Otro cliente llegó, observó la escena y miró al camarero con aire de interrogación. El camarero se limitó a encogerse de hombros. Entre copa y copa, el dueño de la ranita continuaba acariciándola, hasta que el camarero no se pudo contener: --Perdone, señor, pero ¿cuál es el motivo de eso? --Sencillamente -dijo el clientetraigo esa ranita para saber cuando estoy borracho. Si la veo doble, es que lo estoy. --¿Y entonces? --Entonces pago la cuenta, recojo a las dos ranitas, las meto en mis bolsillos y asunto terminado.