EDICIÓN ESPECIAL PREMIOS CASANDRA

La mirada extra

EL RETO. LOS SIGUIENTES PRODUCTORES DE LOS PREMIOS CASANDRA TENDRÁN QUE EMPLEARSE EN LA CREATIVIDAD Y TRATAR DE SACAR EL CEREMONIAL DE LA ESTELA NEGATIVA QUE QUEDÓ

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Ynmaculada Cruz HierroSanto Domingo

Santo Domingo.- La creatividad en los segmentos musicales y los buenos diálogos de un libreto son la base fundamental del éxito de la producción que pueda lograr los premios Casandra. La que se acaba de presentar, con la que se pretendió celebrar las bodas de plata y que llevaba por nombre “Lo mejor de nuestro arte”, no reprodujo la espectacularidad y ni la producción que ameritaba la ocasión y se quedó en cinco números musicales que no motivaron la sensibilidad ni provocaron ningún tipo emoción de los espectadores. Si hubo alguna fue la pena de ver a un Alex Bueno en un momento difícil de su vida en un escenario como ése. En lugar de presentar un repetido opening con bailarines y artistas jóvenes, Aidita Selman apostó a la novedad con Karina Pasián al piano interpretando los temas “Slow Motion” y “90’ Baby”. Una puesta bonita y terminada, con sus toques musicales juveniles, pero no rompió el hielo que dio inicio al ceremonial. Sin novedadesMás de lo mismo. Así se vio la puesta en escena “Merengue de los 80” con Alex Bueno, Aramis Camilo, Bonny Cepeda, Rafa Rosario y Fernando Villalona, quienes movieron las fibras del recuerdo. En escena, acompañados por un cuerpo de baile que no aportó mucho; a los merengueros no les eligieron los temas más emblemáticos de esa época. La música religiosa, totalmente desconocida para el gran público, no se hizo sentir como oferta de una producción. A esto se suma que el vestuario no favoreció a estos intérpretes de canciones cristianas. Buen segmentoLa gente coincide en que el segmento de “¡salsa!”, en honor a Johnny Pacheco, fue lo mejor. Los protagonistas, Sexappeal, Michel, José Alberto “El Canario” y Tito Nieves, supieron lucirse; mas, los bailarines que se “importaron” de Puerto Rico se robaron el show con sus destrezas en el escenario. Tanto así que el gran momento en que Johnny Pacheco debió lucirse tocando la flauta, una pareja de bailarines ocultó que una parte del público presenciara este momento memorable. Para el final también el orden cambió. En busca de que el espectáculo terminara con los ánimos bien arriba, el último número musical se presentaba después de la entrega de El Soberano. El equipo de producción volvió a la práctica anterior y despidió con la propuesta “25 años con lo mejor de nuestro arte”, antes de entregar el máximo premio. Frank Reyes, Alih Jey, Sergio Vargas, Auro Sónico, Cristal Marie, Héctor Acosta, Marel Alemany y la violinista Militza Lankova protagonizaron este número, que no motivó la alegría del público ni tampoco representó musicalmente lo mejor de una generación de 25 años de arte.

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