Australia

País: EE.UU-Australia.Duración: 165 minutos.Director: Baz Luhrmann Guión: Baz Luhrmann, Ronald Harwood, Stuart Beattie, Richard Flanagan.Música; David Hirschfelder Fotografía: Mandy Walker.Reparto: Nicole Kidman, Hugh Jackman, David Wenham, Bryan Brown, Jack Thompson, Brandon Walters, James Hong. Sinopsis: Es la historia épica del surgimiento de un país y de su inserción en la historia reciente a partir de la llegada al mismo de Sarah una londinense que viene a enfrentar en esas tierras la infidelidad de su esposo. I ”Australia” es un ambicioso espectáculo visual “fabricado” para un tipo de espectador sensible a ser manipulado por historias de romance, acción y melodrama. Por tal motivo, estamos frente a una superproducción que derrocha entretenimiento por sus cuatro costados. Es un canto a la naturaleza y al paisaje de un continente que acaba de nacer, y también un abanico épico a favor de los migrantes y de la manera de enfrentar las relaciones interpersonales en tiempos de extrañeza, sin importar las consecuencias del destino. Su puesta en escena es aparatosa y deslumbrante. Su falta de organización lo hace oscilar entre turbulencias y contrahistorias, como si fuera un gran souvenir lleno de plumas exóticas. Sin embargo, no le podemos exigir demasiados sacrificios a su puesta en escena pues la misma está en función de llamar la atención a partir de sus excesos, tanto en actuaciones como en tecnología. Por tal motivo, su estética es más artificial que coherente. Destacan las travesuras de unos personajes que son manipulados con demasiada facilidad por un guión incoherente que se las arregla para saltar de un tema a otro no sin antes dejar en el ánimo colectivo cierta dosis de aburrimiento. Ese guión, culturalmente extenso y excesivamente plano tiene como principal inconveniente la ausencia de una química interior que incentive a la magia de lo inesperado. Es un guión que sabe encasillar y tejer a la perfección los maquillajes, las aristas externas de los sonidos y el polvo de una tierra que no solo necesita agua para ganar en credibilidad argumental. Es un guión que acude al clisé sin ningún reparo y que en su busca de grandilocuencia repite ciertas fórmulas comerciales que en otras superproducciones como por ejemplo “Lo que el viento se llevo” sí mantienen su coherencia dramática y su plenitud como obra de arte, con independencia de la explotación del melodrama y de la cursilería. Nicole Kidman se queda muy por debajo de la impresionante demostración de Vivian Leigth quien 70 años antes derrochó clase y garra dentro un personaje tan inolvidable y controversial como Scarlett O´Hara y que Baz Luhrmann ha tratado de reproducir en “Australia” con tosquedad. Hugh Jackman, sale un poco mejor al encarnar al “héroe positivo” aunque no lo hace con la garra de un Clark Gable, sino con la ligereza de un Tom Cruise. El exceso de metraje de “Australia” es otra prueba de que Luhrmann no quiso armar un filme con legitimidad, sino una secuencia de acontecimientos traídos por los pelos y guiador por una historia de amor sensiblera.