Arriaga muestra su sensibilidad

LOS ÁNGELES.- En su debut como director del fi lme “The Burning Plain”, Guillermo Arriaga confirma lo que ya mostró como guionista: que le gustan las complejas historias paralelas que se desarrollan en la frontera de EE. UU. y México y que las narra con una especial sensibilidad cinematográfi ca. Al mismo tiempo, como director novel, el mexicano carece de la fuerza que impregnaba las películas en las que él se encargaba del guión y su compatriota y entonces amigo, Alejandro González Iñárritu, de la realización (“Amores perros”, 2000; “21 gramos”, 2003, y “Babel”, 2006). La otrora amistad se transformó en odio cuando los egos entraron en disputa por la paternidad de las películas y el resultado es que Arriaga se ha pasado a la dirección para contar sus historias y que Iñárritu rueda en estos momentos su primer fi lme -“Biutiful”- sin su guionista habitual. El primero en debutar en solitario ha sido Arriaga. Tras su estreno en la Mostra de Venecia, con buenas críticas y un premio para una de las actrices -la joven Jennifer Lawrence-, “Lejos de la tierra quemada”, llega ahora a las pantallas europeas para demostrar la delgada línea que separa el cine de Arriaga y el de Iñárritu. El fi lme es la continuación natural de las películas que rodaron los dos mexicanos juntos. Y aunque con menos intensidad, el estilo cinematográfi co de Arriaga no difi ere en mucho del utilizado por Iñárritu, lo que demuestra claramente que eran los guiones los que marcaban la línea a seguir en las colaboraciones entre ambos.