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Henry Hierro, la historia de un cantante de merengue

EL INTÉRPRETE ABANDONÓ TEMPORALMENTE SU CARRERA PARA DEDICARLE TIEMPO A SUS HIJOS

SANTO DOMINGO.- San Francisco de Macorís fue la cuna de quien se consideraba un rockero antes que merenguero. Era la década de los 60´s cuando un joven que crecía bajo las influencias de “La Nueva Ola” y el rock en español, llamado Henry Hierro, se iniciaba como baterista y percusionista en una banda denominada “Los vagos del parque”. En poco tiempo, Mario Hidalgo, un compueblano suyo que tocaba el órgano, creó “Mario Hidalgo y los supremos”, un grupo donde necesitaban un bajista y en el que Hierro incursionó porque podía tocar la guitarra, el bajo y cuanto instrumento se le presentara en medio. “Mi abuelo era cubano y tocaba percusión, acordeón, tambora, guitarra, flauta,…, él fabricaba instrumentos y fue quien me puso delante de una tambora la primera vez. Era un músico bien polifacético, razón por la cual yo también sabía tocar varios instrumentos musicales”, explica. Fanático del rockPero a Henry no le gustaba el merengue porque lo consideraba una música sumamente sencilla, fácil, de dos tonos, de vez en cuando aburrida y a él le gustaban las cosas más difíciles, como el rock con el que podía hacer solos. Con el rock no ganaba nada de dinero y aún entendiendo que el merengue era muy cuadrado tocaba con “Los Supremos”, quienes le pagaban ocho pesos por su participación tres días a la semana. Pertenecía a las dos agrupaciones al mismo tiempo y se las ingeniaba para no dejar de estar en ninguna de las dos. Buscando perfeccionar lo que su abuelo le había enseñado, emprendió y concluyó con buen pie sus estudios en la escuela de música de San Francisco de Macorís, partiendo luego a Bellas Artes, para estudiar un poco de piano y de música en general. En ese tiempo Henry contribuyó a la formación en San Francisco de Macorís de “La Patrulla 15” de Jossie Esteban. “En diciembre de 1978 pasé a la orquesta de Wilfrido Vargas como bajista, ahí fue que él me puso a cantar porque es un hombre con una profundidad de creatividad y buscador de talentos, que le permitieron descubrir a grandes cantantes” indicó el artista. Decide cantar Nació el deseo en él de cantar y la necesidad de ampliar sus conocimientos. El año era 1979, estaba casado y ya existía su hijo mayor; su esposa, que era norteamericana, sugirió al también compositor y arreglista, vivir en Estados Unidos por un tiempo. “Le comuniqué eso a Wilfrido, pero no quería irme a perder el tiempo como muchos músicos que se habían ido y quizás habían caído en vicios o tenían que dejar la música, porque yo me iba a estudiar”. Estudió en la New York of Music y se reunió con un norteamericano de nombre Danny Potreiros y con el compañero de trabajo de este que tocaba la percusión, Víctor Roque, para crear un grupo con una mezcla de rock, pero esta vez fusionado con merengue, pues indudablemente ya estaba más que enamorado del ritmo caribeño. Hicieron varios conciertos de rock y luego le propusieron realizar una orquesta de merengue, naciendo lo que se conoció como “La Gran manzana”. Ese nombre, explicó Henry, vino porque como Nueva York es una ciudad compuesta por personas de muchas nacionalidades y la agrupación estaba integrada por panameños, dominicanos, puertorriqueños, venezolanos, entre otros, el nombre le venía como anillo al dedo. El merengue su pasiónHierro participó en cuatro o cinco producciones de la banda, popularizando temas como “Mentirosa”, “Tus besos”, “Cuando llegará el amor”, entre otras. Ya el merengue no era su medio para vivir, era su vida y pasión orgullosamente arraigada a todos sus sentidos. “Decidí después, dadas las circunstancias de mala administración en la empresa,a hacer mi propia tienda y lanzarme como Henry Hierro” aclara el cantante. De ahí trabajó con Bienvenido Rodríguez de Karen Récord en el año 1987 grabando los cortes musicales “A millón”, “La banda” y “El diente de oro”, hasta que en el 1991, viviendo nuevamente en el país por una crisis de cambio de mando y por la petición de sus tres hijos, decide abandonar nueva vez la isla. Fue entonces cuando sintió la necesidad de tomar rienda de lo que se llamaba ser verdaderamente un padre. Henry decidió dejar la música para recuperar el amor de sus tres hijos. LO NUEVOHace aproximadamente tres años que Henry vive nuevamente en el país, tiene su grupo “Henry Hierro y su orquesta” y promociona el sencillo “Las tres mujeres”, un merengue típico acompañado de trombón y trompeta. “Es merengue típico porque es nuestra raíz. Hice la fusión de típico y orquesta para reconquistar el terreno perdido, principalmente en el Cibao. No se si haga otro, pero el año que viene tendré una producción nueva con la Latin Premiun”, asegura Hierro. El compositor expresó su deseo de celebrar en este año que recién inicia, sus 35 años en la música, llevando a cabo dos conciertos, uno en San Francisco y otro en Santo Domingo, bajo el posible nombre de “Entre amigos”. Para dichos conciertos planea invitar a todos o la gran mayoría de los artistas con quienes ha trabajado, entre ellos Danny Rivera, Héctor Acosta, Rubby Pérez, Sergio Vargas, los Hermanos Rosarios, Jacqueline Estévez y sus hijos. SUS HIJOS“Mis hijos llevan los fuertes genes musicales de su abuelo, por eso a todos les gusta la música y lo que tiene que ver con arte” Christopher, el más pequeño, canta y toca el teclado con Alejandro Sanz desde hace un año. Está haciendo su propia agrupación, es compositor y es “muy lindo por fuera y por dentro”. Henry, su hijo mayor, toca el bajo y le gusta mucho el jazz, entretenimiento que comparte junto a sus trabajos como extra de series de televisión. Lindy, toca guitarra, canta y estudia Arte y Educación para ser maestra de arte.

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