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Sostenibilidad en las empresas: más allá de lo superficial

Implicaciones. Este término va más allá de lo medioambiental, para que sea real.

La responsabilidad ambiental es solo una de las partes importantes de este manejo responsable. Freepik

Hablar de sostenibilidad en un contexto social en que tantas personas e instituciones afirman estar encaminadas y otras tantas dudan de que sea poco más que un ideal, resulta interesante conocer las diferentes caras de ese aspiracional que, a casi unanimidad, es la mejor forma de vivir y llevar los negocios, pues es algo así como “dejar pan para mayo”, sin comer mal, por supuesto.

Para entender mejor a qué[e refiere el término, Raquel Mera, quien es coach personal, ejecutivo y empresarial, certificada por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), nos explica que consiste en “satisfacer las necesidades de las generaciones actuales, sin comprometer a las necesidades de las generaciones futuras, al mismo tiempo que se garantiza un equilibrio entre el crecimiento de la economía, el respeto al medioambiente y el bienestar social”.

En términos financieros, la gran pregunta es ¿Qué hace a una inversión sostenible? Para Mera, el que eso sea posible depende de que sea analizada en función de los criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) corporativa, conocidos como ESG, por sus siglas en inglés. Sobre estos, explica:

Los criterios medioambientales valoran cómo afecta la actividad de una empresa al planeta, con aspectos como sus emisiones de gases de efecto invernadero, que agravan el cambio climático, la contaminación y los residuos que genera o su utilización de los recursos naturales. Un buen análisis en ASG contempla tanto el impacto directo como el indirecto que tiene la labor de una compañía.

En tanto que los criterios sociales, que van más allá del respeto al ambiente, implica otros elementos, pues una inversión comprometida socialmente pone la lupa en cuestiones, como los derechos humanos, las condiciones laborales de los empleados, la igualdad de oportunidades, la inclusión de las mujeres en la organización y la acción social. Al igual que los criterios medioambientales, se refieren al efecto en el planeta, estos examinan el impacto de una organización en la sociedad, hacia los empleados, pero también hacia los clientes, las comunidades en las que está presente y otros grupos de interés.

También están los criterios de gobierno corporativo. Según subraya la profesional, las buenas prácticas en la dirección y administración de una empresa son fundamentales para su sostenibilidad y un factor importante para valorar su responsabilidad y compromisos. Se tienen en cuenta cuestiones como la transparencia, la rendición de cuentas, los métodos contables, la política de remuneración de los ejecutivos o la independencia del consejo directivo. Las empresas con una buena gobernanza han demostrado alcanzar un mejor rendimiento en el largo plazo.

Estos criterios son cada vez más institucionalizados y son una tendencia que, si bien cuando comenzó hace décadas podía tener un carácter voluntario, se está convirtiendo en una práctica ineludible.

Realidad en Republica Dominicana

Según se establece en el último informe global de la Internacional Finance Corporation del Banco Mundial, en los últimos dos años, el país ha progresado en la adopción de una estrategia integral de finanzas sostenibles, lo cual se ha logrado, en gran medida, por el empeño que ha puesto la banca múltiple en ese sentido.

En ese orden, Mera considera relevante el dato de la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA), donde esta entidad puntualizó que, en 2021, R.D. pasó de ser considerado un país en etapa de “preparación”, a uno en etapa de “implementación” de la Estrategia de Finanzas Sostenibles, superando a otros países de la región y ubicándose en el mismo nivel de Brasil, Argentina, México y Perú.

Es a partir de todo esto que para la referida coach, invertir en sostenibilidad no es sólo una cuestión de compromiso, sino que, cada vez más, existe un gran potencial de que las empresas obtengan una rentabilidad financiera mayor.

“Al solidificar las estrategias comerciales sostenibles; los líderes y las organizaciones impulsados por un propósito pueden prosperar a medida que resuelven los mayores desafíos del mundo”, enfatiza.