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El duelo entre Carlos Alcaraz y Novak Djokovic simboliza la transición del tenis
A tenor de las reacciones en las redes sociales, la impresión es que todo el mundo del tenis quedó maravillado con la victoria de Novak Djokovic ante Carlos Alcaraz en la final que disputaron en el último torneo de ambos previo al Abierto de Estados Unidos.
Fue una épica de batalla de 3 horas y media entre los dos titanes del momento en el tenis masculino — la tercera vez que se miden en los tres últimos torneos de Djokovic, todas en superficies diferentes y una que deja la mesa servida para el que sería un anticipado duelo para determinar el campeón en Flushing Meadows, donde el último Grand Slam de la temporada arrancará el lunes y culminará el 10 de septiembre.
El enfrentamiento del fin de semana en el Masters de Cincinnati, con la misma superficie dura del US Open, tuvo a Djokovic, el serbio de 36 años, levantando una bola de campeonato en el segundo set y a Alcaraz, el prodigio español de 20, borrando cuatro en el tercero antes de sucumbir 5-7, 7-6 (7), 7-6 (4). También sirvió para simbolizar el periodo de cambio en el que se encuentra el tenis ahora mismo, un año después de la despedida de Serena Williams en Nueva York y la decisión de Roger Federer de retirarse.
Alcaraz es el heredero, el campeón del US Open de 2022 y que conquistó su segundo título de Grand Slam el mes pasado en Wimbledon tras derrotar al mismisímo Djokovic
Y Djokovic, el dueño de 23 majors, es el único de los Tres Grandes que sigue compitiendo, luego que Federer (campeón de 20) colgó la raqueta y Rafael Nadal (22) ha estado sin jugar desde enero por una lesión en la cadera, pero esperanzado en tener un último momento de gloria en 2024.
“Durante muchos años, el tenis ha sido dominado por leyendas del deporte, pero el paso del tiempo es inexorable. A todos les tocará entrar a otra etapa y colgar las raquetas. Desafortunadamente lo estamos viendo con Serena, con Roger, con Rafa. Vamos a tener un periodo de transición”, comentó Chris Eubanks, el estadounidense de 27 años que alcanzó los cuartos de final de Wimbledon. “Habrá mucha paridad y se abren oportunidades para otros jugadores en las dos ramas para establecerse”.
En el tenis femenino, la número uno Iga Swiatek tiene 22 años, la segunda Aryna Sabalenka tiene 25 y la cuarta Elena Rybakina tiene 24. Las tres se perfilan para estar en la cima por buen rato. Swiatek ya colecciona cuatro títulos de Grand Slam en sus vitrinas, incluyendo el US Open de 2022, las otras dos cuentan con uno por cabeza. Y Coco Gauff, la sexta del ranking y con apenas 19 años, podría ser la siguiente que se consagra en una de las cuatro grandes citas.
Pero ninguna se ha establecido firmemente como la heredera de Williams.
“Hay un cambio”, dijo la francesa Caroline Garcia, semifinalista en Nueva York hace un año. “Están saliendo muchos jóvenes, como Alcaraz e Iga”.
Los patrones del tenis cruzan los dedos para que alguien tome la iniciativa.
“Para la gente que desde hace tiempo se ha preguntado sobre el futuro del tenis en la transición de una era dorada en la que tuvimos a varios de los mejores de todos los tiempos compitiendo entre sí simultáneamente”, dijo Lew Sheer, el director ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Tenis, la federación que organizar el US Open. “Ya vimos el 2023 como el año de las estrellas en ascenso”.
Quizás. Es cierto que los Masters 1000 han tenido 10 nuevos campeones en la rama masculina en las últimas tres temporadas, un grupo que incluye a Alcaraz, desde luego, pero también están Holger Rune, de 20 años, y Jannik Sinner, de 22.
“Estamos viendo nuevos rostros en los Slams y los Masters. Es el último paso para destronar a jugadores como Djokovic y Nadal — es algo que viene”, dijo Felix Auger-Aliassime, el canadiense de 23 años que alcanzó las semifinales del US Open hace dos años. “Carlos quizás marca el inicio el cambio de guardia. Pero Djokovic a lo mejor no ha dicho la última palabra”.
Fue tal vez el mensaje que Djokovic mandó en Cincinnati, desgarrándose la camiseta tras someter a Alcaraz.
En resumen, Djokovic no pudo prepararse mejor para volver al US Open tras no poder ingresar a Estados Unidos el año pasado por no haberse vacunado contra el COVID-19.
Djokovic dijo que enfrentar a Alcaraz le hizo recordar sus duelos contra Nadal en el apogeo de sus carrera — hace cierto tiempo atrás.
“Chico, nunca te rindes, por favor. Jesucristo”, dijo Djokovic, haciendo reír a un Alcaraz que había estado llorando un poco antes.
“Es algo que me encanta de ti, pero a veces podías jugar puntos más así (más cortos)”, prosiguió Djokovic. “Los españoles nunca mueren. Esto me suena de haberlo vivido ya”.
Alcaraz también se expresó con aprecio.
“Es increíble compartir la pista contigo, aprender mucho de un campeón como tú”, remarcó.