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Rolando Sebelén: El caballero del boliche

Han pasado 61 años desde el inicio de Rolando Sebelén como bolichero en 1963. Los logros en esa disciplina son propios y se han extendido a hijos y nietos.

Rolando Sebelén ha vestido de gala el boliche en la República Dominicana.

Rolando Sebelén ha vestido de gala el boliche en la República Dominicana.fuente externa

Dice una atrevida frase que “para el amor no hay edad”, lo mismo tampoco existe para el boliche.

Mencionar el nombre de Rolando Sebelén y la palabra boliche en la misma oración, podría ser incluso un pleonasmo, ya que al hablar de uno, es imposible no pensar en el otro.

Resulta irónico pensar que Sebelén empezó a jugar este deporte por pura casualidad, e incluso sin gustarle, en 1963, pero 61 años después el resto ha sido historia, siendo el mejor bolichero dominicano de todos los tiempos. Para sus comienzos, apenas cruzaba los 20 años de edad.

No obstante, después de tantos logros, medallas, campeonatos y colocar en alto la bandera de República Dominicana, podría llegar el momento en el que el inmortal del deporte dominicano decida por cuestión de edad no practicarlo más, sin embargo, todavía se siente “como un muchachito”.

“No tengo en mi mente el retiro porque este es un deporte que me permite seguir activo. El boliche me ayuda a no engordar mucho, a dar mis caminatas de 20 y 25 kilómetros semanales, y yo pienso que si dejo de jugar me voy a descuidar con eso, además de que obviamente amo, disfruto y me apasiona jugar boliche”, dijo Sebelén al Listín Diario.

Actualmente Sebelén pertenece a la categoría “super senior”, la cual es para jugadores que sobrepasen los 60 años. En mayo, participará en los Centroamericanos de Boliche que serán celebrados en Caracas, Venezuela, y en agosto jugará en los Panamericanos que se realizarán en Nevada.

La emoción por sus hijos y nietos

Sebelén sabe lo que es ganar, pues torneos en los que ha participado, torneos que tiene alguna medalla, por lo que se podría pensar que pocas cosas ya lo emocionarían demasiado con respecto al boliche, sin embargo, sí las hay: ver a sus hijos y nietos jugar.

“La verdad es que no hay palabras para describir lo 

que siento. Con mi hijo mayor se puede decir que ya medio me acostumbré, pero cuando veo a los más jóvenes como mis nietos y sobrinos ganar esos torneos internacionales se me aguan los ojos. Es emocionante uno tener tantos años en este deporte y que mis hijos y nietos lo amen tanto como yo”, sostuvo Sebelén.

Tanta es la importancia que Sebelén le da a su familia, que incluso en lo que tiene que ver con el boliche, su momento más emocionante no fue cuando ganó la medalla de oro en el Campeonato Mundial de Milwaukee en 1971 representando a Puerto Rico. Más bien, fue la afectuosa bienvenida que recibió de su familia después de lograr dicha hazaña.

“La emoción grande fue cuando llegamos al aeropuerto de Puerto Rico, al ver a mi hijo Rolando Antonio que para ese tiempo tenía 6 o 7 años, el abrazo tan efusivo que ese muchacho me dio, es algo que nunca he olvidado ni olvidaré, y que siempre recuerdo con los ojos llorosos”, dijo Sebelén de manera nostálgica.

“El otro gran emocionante momento fue cuando con el equipo dominicano ganamos la medalla de oro en Wichita, Kansas, en el 1999, porque ese equipo estuvo integrado por mí, Rolando Antonio Sebelén, mi hijo; Rolly Sebelén, mi hijo; Manuel Sebelén, mi sobrino; Raniel Sebelén, mi sobrino, y el único que no era de la familia, que es como si lo fuera, era Miguel Ventura, o sea que ese oro panamericano fue un logro familiar”, añadió.

Sebelén Bowling Center

Con sus 48 pistas, el Sebelén Bowling Center figura como el centro más atractivo y acondicionado en toda Latinoamérica.

Para Sebelén, ese centro es sinónimo de millones de sonrisas que han sido resultados de un pin tumbado, o de hermosos momentos en familia desde que se fundó en el año 1995.

“Este centro ha servido de hogar para muchos jóvenes que ya han traído medallas al país, que pisaron una bolera por primera vez aquí. Me siento feliz cada vez que una persona me dice: “el fin de semana estuve en la bolera con mis hijos” o “celebré allá el cumpleaños de mis nietos”, es realmente un regocijo para mí porque este centro representa un ambiente familiar y muy sano”, dijo Sebelén.

Aparte de la medalla de oro en pareja obtenida en Milwaukee en 1971, Sebelén también ostenta decenas de importantísimos logros, como lanzar el primer juego de 300 en un torneo oficial en Puerto Rico en 1970, o la obtención junto a su hijo Rolly del título en pareja del Torneo de Las Américas, celebrado en Miami en 1986, entre otros.

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