Cuando Dionicio Gustavo se despojó del traje de karateka dejó detrás una estela de éxitos que le aseguraban la eternidad deportiva.

Su extraordinaria carrera se resume en dos medallas de oros y una de plata en tres versiones seguidas de los Juegos Panamericanos, al igual que los mismos logros en Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Basado en esas grandes hazañas, este el competidor de los 75 kilogramos, como sus familiares, amigos y compañeros de selección esperaban la noticia del llamado a la inmortalidad del Deporte Dominicano, misma que se produjo esta mañana por parte del presidente del Comité Permanente del Pabellón de la Fama.