Juegos Deportivos Escolares en RD: ¿Simulación o ficción?
Los Juegos Nacionales Escolares son el evento educativo-deportivo más importante de una nación, ya que son el resultado de una sincronización de las políticas públicas de educación, salud física, salud mental y cultura.
Su objetivo es promover la participación, la equidad, la igualdad, la cohesión social, la paz social, los valores, la convivencia pacífica, la inclusión social, pero, sobre todo, el desarrollo físico, emocional e intelectual de nuestros niños en la escuela.
Esto trae consigo el desarrollo humano. A nivel territorial inicia desde lo local, municipal, provincial, regional y luego termina con una fiesta nacional que, es lo que se le llama Juegos Nacionales Escolares.
En nuestro país, tenemos un gran desafío en lo concerniente al rol del Estado con el deporte. Por consiguiente, todo lo que hemos hecho, ha sido fuera de una visión estratégica que produzca un impacto social.
Para tener una idea, nos plantearemos una serie de preguntas para que se pueda comprender la realidad socioeducativo-deportiva de RD: ¿Tiene la escuela dominicana las condiciones mínimas para la práctica deportiva? ¿Ha definido el Estado cuales son los deportes beneficiosos para nuestros niños desde la escuela? ¿Tiene el Estado un plan con el deporte como eje transversal? ¿Existe el recurso humano para acompañar a nuestros niños en la disciplina deportiva? ¿En pleno siglo XXI entendemos las diferencias entre el profesional de Educación Física, de deportes y el entrenador físico?
Estas son algunas de las interrogantes que nos hacemos para entrar en contexto y entender la situación en la que se encuentra el deporte nacional, desde el punto de vista de la recreación y la participación colectiva, sin ningún tipo de discriminación.
Tendencia Constante
Vamos a tomar una muestra de las últimas 5 ediciones de los Juegos Deportivos Escolares, para demostrar con datos la crisis de accesibilidad y masificación que atraviesa la escuela de República Dominicana.
En el año 2012, se celebraron los V Juegos Escolares con una participación de 2,835 atletas, para los VI 3,050, para los VII 3,282, para los VIII 3,096, para los IX 3,092 y para los X se espera una participación de 3,645.
Elevada matrícula estudiantil
Nuestro País cuenta con una matrícula estudiantil de aproximadamente 2,700,000 estudiantes, promedio de los últimos 15 años, esta estadística nos muestra que la participación en dichos juegos representa menos de un 1%.
La Asociación Dominicana del Derecho Deportivo (ADODEP) ha planteado la crisis que vive el deporte nacional, lo que se demuestra con los datos oficiales de estos juegos. Basado en esta información, nos cuestionamos sobre las constantes en las cifras de las distintas ediciones.
La razón es muy simple, porque es el resultado de las distintas instituciones deportivas que influyen en el deporte que, con mucho esfuerzo y precariedades materializan la práctica deportiva en distintas comunidades, pero al margen del sistema educativo.
Esto quiere decir, que la participación de estos atletas se hace de manera aleatoria, que no se basa en una planificación y trae consigo la consumación de manera sistemática de unos juegos organizados en todo el sistema educativo dominicano.
Bondades y beneficios
Para que nuestro país pueda recibir las bondades y beneficios del deporte desde el sistema educativo, debe existir un cambio de paradigma y, enfocarnos en los que establece la Constitución dominicana en su artículo 65 “el deporte es políticas públicas de educación y salud desde el sistema educativo”.
Asimismo, lo establece la Ley 1-12 “el deporte debe mantener una manifestación en toda la geografía nacional a través de la escuela”; y como manda en su artículo primero la Ley General de Deportes 356-05 “su práctica estará orientada esencialmente a la formación integral de nuestros niños en lo físico, intelectual y moral; a fin de contribuir al bienestar social de nuestro país”.
Aunque es un mandato de la ley, los juegos deportivos escolares bajo las condiciones materiales existentes, es muy poco lo que aporta al desarrollo nacional, y, en vez de ser una inversión pública bajo ese esquema se convierte en un gasto público.
En conclusión, en vez de tener unos juegos escolares que contribuyan al desarrollo de nuestros niños, en realidad lo que tenemos en una simulación y ficción de lo que debería ser la fiesta deportiva más importante de nuestro país, para la consolidación de nuestro sistema educativo.