Raúl Martínez, con un solo brazo, competiría en el racquetbol si es necesario.

Aunque llegó a Santo Domingo confiado en que sus jugadores ganen medalla en el racquetbol de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, el entrenador cubano Raúl Martínez estará atento para, si aparece una oportunidad, volver al pasado en la cancha donde en 2006 ganó bronce con un solo brazo.

De nacimiento, el jugador retirado no tiene mano derecha, a pesar de lo cual a los nueve años comenzó a sobresalir en la pelota vasca y más adelante saltó al racquetbol, deporte que en los juegos regionales del 2006 tuvo su sede en la capital dominicana.

"Mi compañero era Maikel Moyet, quien sigue siendo la primera raqueta de Cuba. Le ganamos a Costa Rica en un partido que se extendió; al final quedamos en bronce, el mejor resultado deportivo de mi carrera", señala.

De niño, el habanero recibió burlas por tener un solo brazo completo; de joven le costó trabajo ligarse a las chicas, sin embargo, un día se sacudió los complejos y se convirtió en un triunfador.

En Santo Domingo está a cargo del equipo masculino de Cuba, que, con una liga de jóvenes y veteranos, tratará de rescatar algunas medallas en un deporte dominado por México.

Moyet, su antiguo compañero de equipo, mantiene la velocidad y exactitud en los golpes. Martínez observa su entrenamiento y recuerda los viejos tiempos, cuando él era el mejor lateral izquierdo de Cuba.

"Yo tenía una buena volea, era un zurdo que voleaba hacia arriba y provocaba que mi delantero agarrara fácil la pelota e hiciera puntos. Me encantaba tirarme de cabeza y si un rival se burlaba, eso me encendía y mostraba mi mejor rendimiento. En esas condiciones era difícil derrotarme", asegura.

Dirigido por Raúl, el equipo cubano ganó una medalla de bronce en el racquetbol de los Juegos de Barranquilla 2018,en la prueba por equipos, con Maikel Moyet, Enier Chacón y Robin Romero.

"Ahora tenemos algunas posibilidades de triunfo, aunque será duro. Es un deporte en el que hay varios de los mejores del mundo, pero llegamos bien preparados", asegura.

El campeón cubano era un adolescente cuando en los finales de los años 80 el lanzador manco Jim Abbott dominó al equipo cubano de béisbol y luego se convirtió en estrella de Grandes Ligas. Inspirado en él, Martínez mostró habilidades como pitcher con un solo brazo, pero no continuó porque su recta era pobre.

"Tampoco tenía el físicode pelotero, pero me fue bien en el racquetbol. Me consideran gloria deportiva de mi país. El año pasado gané el Open de Panamá en la categoría máster; trato de envejecer bien".

Este viernes, cuando vio una cancha vacía, el habanero se metió en ella y mostró que a los 51 años conserva parte de las habilidades. Dice que es porque cuida la salud con ayunos intermitentes y muchos estiramientos, pero es obvio que conserva algo del talento que lo hizo campeón.

A partir de hoy se concentrará en sus muchachos, aunque, si aparece una oportunidad, estará atento para entrar a la primera cancha a la derecha y tirar unas pelotas contra la pared.

"Ahí logré el mejor resultado de mi vida en un partido demás de 2:30 horas; si me dejan, volveré a pisarla. No estará mal volver al pasado".