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Tiger al U.S. Open: ¿Volverá El Tigre a ganar un major?

(*) Tras una de las carreras más largas y fructíferas de la historia del juego, Tiger se encuentra en la postrimería de su carrera, con un cuerpo plagado de lesiones y múltiples operaciones.

El éxtasis de la victoria! Tiger reacciona tras meter el putt que le dio su major número 14, un triunfo en 91 hoyos ante Rocco Mediate en Torrey Pines en el U.S. Open de 2008.Fuente Externa

Hola Fiebruses. Tiger ha sido, fue y sigue siendo noticia. La de esta semana es que la USGA le ofreció una exención al tres veces campeón de ese evento para jugar el 124º US Open que se jugará del 13 al 16 de junio en el legendario campo Pinehurst No. 2 en Carolina del Norte. Pero antes de entrar en materia, es justo acotar algunos datos sobre su participación en el abierto norteamericano. Woods (48 años), ganó por última vez el torneo en 2008 (recuerden aquella larga batalla a 91 hoyos (72 de las 4 rondas + 18 el lunes + 1 hoyo de muerte súbita), para derrotar a Rocco Mediate en Torrey Pines. Sin dudas una de las jornadas más recordadas por el público (hay que destacar que ganó con una rodilla rota, y tuvo que someterse a una operación una semana después, perdiéndose el resto de esa temporada). Agotados los 10 años de exención que se le otorgan al campeón, su participación en 2019 era una duda, pero entonces ganó el Masters ese año obteniendo así cinco años más de exención. Pero con su sequía de majors, también agotó sus “boletos gratis”, por lo que la USGA lo invitó a jugar este año, la segunda exención desde que hicieran lo propio con Phil Mickelson en 2021.

Con Tiger dentro, la interrogante ahora es, tiene Tiger lo que se necesita para ganar uno de los torneos más difíciles, exigentes, complicados y duros que hay entre los 4 majors? Mi respuesta es NO. Con este “no” me arriesgo a que Woods me lo restriegue en la cara, pues todos sabemos que el hombre es un “moriviví”, un súper atleta que sabe “sacar de donde no hay”, y que ha probado durante toda su carrera que si está en cancha, hay que contar con él. Pero no nos engañemos. Sus recientes desempeños (aunado a su edad pues está a dos de alcanzar el medio siglo), nos dejan bien claro que a lo mejor le queda juego, tiene la experiencia, sabe ganar, y su cabeza es quizás la mejor del negocio, pero su salud es su principal hándicap. Sencillamente el cuerpo de Tiger no tiene capacidad de respuesta a la dura demanda que impone el juego actual. Para muestra un botón: de 2019 al día ha jugado 12 majors, en 4 no hizo el corte y en dos tuvo que retirarse. Eso es el 50% de los grandes que ha jugado (de esos seis, su mejores puestos fueron el triunfo en el Masters de 2019, y un empate en 21 en el US Open de ese mismo año). Con 15 majors en la foja, mi percepción es que el nativo de Windermere, Fl., no podrá elevar un trofeo de majors en lo que le queda de su carrera regular. Creo que la gasolina que le queda en el tanque le da muy bien para jugar en el PGA Champions Tour cuando cumpla 50, pues se juega en carritos, lo que le facilita la vida y agota menos su lesionado cuerpo. Ahí podría venir un major.

OJO:Wood siempre es una garantía de ratings, de taquilla y de ilusiones, pero creo que debido a sus lesiones sus mejores tiempos ya pertenecen al recuerdo. Y eso lo dice un fan eterno de su gloria.

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