FIEBRE DE GOLF

El golf: Deporte que te obliga a ser humilde

(*) Lo acontecido el fin de semana pasado en el US Open nos recuerda que, sin importar tu estatus o posición, el golf te pone de rodillas….a la menor provocación.

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Wyndham Clark es el flamante campeón del US Open 2023, un triunfo que le cambia la vida.

Hola Fiebruses. La semana pasada se celebró la edición 123 del Abierto Norteamericano de Golf (US Open), en el mega exclusivo Los Angeles Country Club (LACC) ubicado bien cerca de Hollywood y Beverly Hills en la muy polucionada ciudad de Los Angeles. Organizado por la United States Golf Association (USGA), cada año el torneo nos trae un cumulo de emociones, toda vez que el “set up” del evento es uno de los más “duros de matar” entre los 4 majors, y una verdadera prueba para los que tienen la suerte de participar. 

Este año más de 11,000 jugadores de todo el mundo se dieron cita en las diferentes competencias clasificatorias con el fin de poder adueñarse de uno de los spots que la USGA puso a disposición de jugadores que llegaban con la ilusión de “aunque sea jugarlo”. 

Pero no es fácil escalar esa montaña. Las reglas de la USGA establecen que se necesita un hándicap de 1.4 o menos para poder jugar las “qualys”. Tener un hándicap de 1.4 o menos significa que la mayoría de los clasificados (casi todos), son golfistas scratch que constantemente pueden hacer o romper el par de cancha. 

Hay 156 lugares o “spots” en el torneo, y casi el 50% están ocupados ya sea por los que están preclasificados, o por los que gozan de exenciones. Los que NO están exentos tienen que “fajarse” a clasificar, así que no es fácil la cosa. Todo esto lo digo como colofón del encabezado de este artículo.

Wyndham Clark es el flamante campeón del US Open 2023, un triunfo que le cambia la vida.

Ricky Fowler, quien buscaba su primer major, en acción en la ronda final del US Open

La ronda final prometía ser “de espanto y brinco”, dado que varias de las grandes luminarias del deporte se ubicaban “a tiro de hit” ante una posible deblacle de los punteros, especialmente de quien dominaba junto a Ricky Fowler, y quien a la postre salió por la puerta grande, Windham Clark. 

Hace un año, Clark era 293 del mundo, y a su llegada a LACC era 163 del ranking mundial. Tras su triunfo, hoy es No. 13. Scheffeler, #1 del mundo, no pudo remontar. Rory, que iba uno detrás iniciando la jornada, hizo 70 (even par), desapareciendo así sus aspiraciones de poner fin a una sequía majors que data de 2014, año en el que ganó en Valhalla el PGA Championship. Tommy Flettwood tenía el chance de empatar la ronda más baja en un major (62), y falló un putt de 4 pies. 

A Ricky también le pasó lo propio (el sábado), aparte de que, tras dominar los primeros 54 hoyos, cometió tantos errores físicos como mentales, que fue relegado al quinto puesto y no fue nunca amenaza para Clark. Y todo esto en un campo criticado por muchos, porque supuestamente “no estaba a la altura” (con lo cual difiero, pero eso queda para discusión con trago en mano). Moraleja: Mientras más humilde seas con el juego, los dioses del golf serán más benévolos y condescendientes contigo. Desafiar el monstruo que es el golf, es de no pensantes.

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