Fútbol

fútbol

Las semifinales de la LDF serán guerras a muerte

Atlético Pantoja y la O&M sacarán candela en la cita histórica más pareja.fuente externa

Ahora viene la artillería pesada, cuando los bombarderos procuran la última zona de conquista. La fase de semifinales de la Liga Dominicana de Fútbol –LDF- tendrá cuatro verdaderos buques, cada uno con sus mejores armas, en una contienda de dos series de pronóstico reservado.

Y los matches no dejan resquicio a dudas. Las primeras citas serán este domingo a las 5:00 (O&M-Pantoja, en el Panamericano San Cristóbal) y 7:00 (Moca-Cibao, en estadio Moca ´85).

Los poderosos Cibao y Moca revivirán la final pasada, mientras Pantoja y la O&M se verán las caras tras una Liguilla definida apenas en las últimas fechas, sobre todo la suerte del aurinegro, que ganó su boleto en la fecha de cierre, lo que proyecta una competencia a sangre y fuego de principio a fin, emulando lo que fue aquella instancia.

Si bien los tradicionales colosos Cibao FC y el engordado CA Pantoja tuvieron en términos ofensivos un comportamiento demoledor en el anterior playoff, lo cierto que tendrán dos rivales igualmente temibles y bien parados en todas las líneas.

Los tricampeones residentes en la Cordillera Central coparon la cima en un final de película, donde los pantojanos hicieron su acostumbrada tarea a tiempo y aplastando rivales, revalidando ambos su condición de durísimos de matar; mientras sus oponentes de turno también sacaron casta en el apremio.

Guerras avisadas

En el encontronazo de la serie A, amén de que Cibao ha sido ampliamente dominador contra su enconado vecino, se avizoran dos partidos (ida y vuelta) de alto dramatismo competitivo, donde nadie regala siquiera un soplo de la cal.

El rodillo cibaeño tiene entre otros al más internacional de los guardametas, Miguel Lloyd, con el líder goleador, Rivaldo Correa (20); Juan Díaz (13 goles, 8 asistencias); Ángel Montes de Oca, Carlos Heredia, Ernesto Trinidad.

Moca FC se arma con los Gustavo Ascona, Juan Ángeles, Guillermo de Peña (12 goles fabricados), Víctor Sánchez, Clifford Thomas (8 tantos producidos), Carlos Rossell y Kelvin Durán, como los más sobresalientes.

La mancha histórica de los mocanos, habiendo ganado apenas cuatro choques a CFC, no esconde que a contrapelo firmaron la igualdad en trece ocasiones, poco menos que la mitad de los partidos.

En los enfrentamientos de este año, ganados por Cibao, apenas legaron dos goles.

Esta temporada, la naranja ganó cómodamente la serie general al vecino (3-1-1 con Liguilla), pero destaca la goleada de los mocanos en el primer choque (4-1).

La presente estación ha demostrado que se trata de cuatro rivales sin hiel, donde los omeyanos pueden aguar la fiesta muy fácilmente al Atlético Pantoja, en la serie B, con un historial tan parejo que no deja ganadores. Su serie de por vida en 29 encuentros va igualada a once triunfos por parcela. Empataron en siete ocasiones.

El CAP cuenta entre sus grandes capacidades con el superbo Luis Espinal (14 goles, cinco asistencias) y Oscar Becerra (15 tantos manufacturados); Aricheel Hernández, Frantzetty Herard, Robert Rozado y Kleffer Martes.

Y en la O&M FC tienen pimienta mortal los Josué e Isaac Báez, Joan Melo (3 goles, 9 asistencias), Ricardo Rivera, Jorge Pérez (9 tantos manufacturados) y otros mortíferos.

¿Bombardeos o baterías?

La segunda mitad de la Liguilla dejó por sentado que la batalla por los dos puestos finalistas será de puro bombardeo y defensa.

Lo anterior a pesar del barraje que tuvo el torneo en segunda etapa de la Liguilla, en la cual se anotaron 51 goles (últimos dieciséis partidos), para un exultante promedio de 3.19 por cotejo. La Liguilla terminó con una proporción de 2.67 en cada match.

En la contienda de marras, el equipo que más perforó las redes fue el Pantoja, con 21 dianas (diez partidos) y media de 2.10.

Aunque O&M y Moca fueron mucho menos ofensivos que aquellos archirrivales históricos, demostraron que pueden resistir con sus guardias romanos en la última línea. La O&M anotó pocos goles (9) contra ocho permitidos; mientras Moca fue la oveja negra de los clasificados, con apenas diez tantos y trece permitidos.