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Un cambio de guardia deja vulnerable a la Francia de Mbappé rumbo a la Eurocopa

Kylian Mbappé va por el balón durante un partido amistoso entre Francia y Chile en marzo pasado.AP

El liderazgo nunca fue un problema en Francia.

Les Bleus se presentaban a cada torneo con un cacique en cada posición: el arquero Hugo Lloris, el defensor Raphaël Varane, el volante Paul Pogba y el delantero Antoine Griezmann.

Estuvieron juntos en cada gran torneo desde 2014, salvo el Mundial de 2022 que Pogba se perdió por una lesión en la rodilla. Aparte de ser jugadores de primer nivel, el cuarteto derrochaba jerarquía en cada una de sus parcelas en la cancha.

Griezmann es el último que queda.

Lloris, el eterno capitán, y Varane renunciaron a la selección. La carrera de Pogba — autor de un gol en la victoria ante Croacia en la final del Mundial de 2018 — se descarriló.

Pogba fue suspendido cuatro años por la agencia antidopaje de Italia este año tras dar positivo por testosterona. Sin Lloris, Varane y Pogba, el técnico Didier Deschamps perdió de un plumazo un total combinado de 329 partidos internacionales.

Al menos puede seguir contando con Griezmann en este Campeonato Europeo.

El atacante de 33 años ganó el premio al mejor jugador francés en el exterior, superando al volante Aurélien Tchouaméni (Real Madrid) y el zaguero William Saliba (Arsenal).

Griezmann (Atlético de Madrid) viene de completar su mejor producción goleadora a nivel de clubes desde 2018, el año en el que anotó en la final del Mundial de 2018, junto a Mbappé.

Mbappé, quien se unirá al Real Madrid la próxima campaña tras siete temporadas en el Paris Saint-Germain, quedó como el capitán del seleccionado tras el retiro de Lloris con Les Bleus. Para muchos, Griezmann es el líder natural.

Gente nueva ha reemplazado a Lloris, Varane y Pogba en el once titular, pero no su autoridad. Por ahora.

Anotar goles no deberá ser un problema.

El habilidoso Griezmann, autor de 44 goles con la selección, cuaja muy bien con la demoledora pegada de Mbappé.

Mbappé acumula 47 goles con la selección, muy cerca de los 51 anotados por Thierry Henry. Olivier Giroud es el goleador histórico con 57 conquistas, pero el atacante de 37 años no tiene asegurada la titularidad en el que será su último torneo internacional.

Además, el debutante Bradley Barcola aportará vértigo por la banda izquierda.

No encajar goles es lo que inquieta. Será la primera vez que Deschamps afronta un certamen sin Lloris en el arco. Mike Maignan (AC Milan) ha quedado como el titular, pero arrastra una dolencia en un dedo.

Francia encajó un gol a los siete segundos del amistoso que disputó contra Francia en marzo. La manera displicente como se defendió irritó a Deschamps, quien también echará de menos al zaguero Lucas Hernández tras sufrir el desgarro del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Con un Presnel Kimpembe aún sin alcanzar su mejor condición física, Saliba tendrá la oportunidad de mostrarse con la selección.

Saliba viene de una notable temporada en Arsenal, los subcampeones de la Liga Premier inglesa. Podría formar una dupla con Ibrahima Konaté, de Liverpool. Pero apenas acumulan 27 partidos con la selección entre ellos.

Pero el mediocampo es un punto fuerte.

Eduardo Camavinga y Tchouaméni, compañeros del Real Madrid, vienen entonados por un doblete de títulos que fue coronado con la conquista de la Liga de Campeones. Adrien Rabiot rindió muy bien para una Juventus de andar mediocre.

Deschamps sorprendió al citar al veterano mediocentro N’Golo Kanté, a pesar que lleva dos años sin jugar con Les Bleus y se fue de Europa al aceptar la oferta del club saudí Al Ittihad.

“Cuando tienes un plantel más joven, es importante contar con jugadores que conoces bien y que tienen experiencia al más alto nivel”, señaló Deschamps. “Es dueño de esa aureola, y eso cuenta”.