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El Atlético también es de Champions

Jugadores del Atletico de Madrid festejan.

Jugadores del Atletico de Madrid festejan.Fuente Externa

En la semana más complicada, en medio del éxtasis del vecino de la capital, finalista otra vez de la Copa de Europa y vencedor de su trigésima sexta Liga, el Atlético apuntaló su presencia en la próxima Liga de campeones, con el respaldo de su afición, que llenó el Metropolitano, y con un golazo de Rodrigo de Paul muy cerca del final del encuentro.

De Paul enganchó una volea en la izquierda del ataque del Atlético en el minuto 85 que se coló por toda la escuadra de Guaita. Un golazo en toda regla cuando el combate se difuminaba entre la nada. Un tanto que le da a los rojiblancos 8 puntos de ventaja sobre el Athletic en la lucha por el cuarto puesto, cuando sólo quedan 9 en juego. La Champions ya está ahí.

La duodécima clasificación consecutiva de los de Simeone para la máxima competición europea la logró el Atlético en este segundo domingo de mayo, en el que en la ciudad de Madrid se vivió una estampa curiosa. El Real Madrid celebró en las instituciones y en La Cibeles su trofeo liguero. Durante la mañana la capital se llenó de camisetas blancas. Al mediodía y a primera hora de la tarde tomó el relevo el Atlético, con sus miles de seguidores en peregrinación al recinto de San Blas para ver a su equipo contra el Celta.

En el metro y en el cercanías se cruzaron ambas hinchadas. Los merengues de regreso a casa y los colchoneros de camino al Civitas. No hubo ningún problema. Sí las miradas al aficionado rival y el orgullo de los rojiblancos de exhibir su camiseta y su escudo ante el poderoso enemigo.

Después de siete días en inferioridad, desde que el sábado 4 de mayo los de Ancelotti consiguiesen matemáticamente el trofeo liguero, Madrid se tiñó de blanco. Más aún cuatro días después, con la clasificación para la final de la copa de Europa en el bolsillo de los merengues.

Entonces, surgió el aficionado rojiblanco. En el día de homenaje al niño, los hinchas rojiblancos casi llenaron el Metropolitano (66.014 espectadores) y exhibieron su fidelidad a unos colores. Con división de opiniones en algunos momentos por la incertidumbre del marcador, el estadio estalló en una cerrada ovación con el tanto de De Paul.´

Gol, tres puntos y clasificación para la Champions prácticamente finiquitada. Y la vuelta a casa con el postín de poder volver a intentarlo el próximo curso. Después de 8 días con la maquinaria blanca a pleno rendimiento, el segundo domingo de mayo por la tarde, Madrid fue rojiblanca. Su afición así lo quiso; y lo consiguió.