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El banquillo del Barcelona, una silla eléctrica
"Ser entrenador del Barça es desagradable y cruel. Sientes que te faltan el respeto muchas veces, que no te valoran el trabajo y esto es un desgaste terrible a nivel de salud mental", dijo Xavi.
Tras anunciar este sábado la decisión de renunciar al cargo en verano, Xavi Hernández se convirtió en el último entrenador que sucumbe a la presión del banquillo del Barcelona, que desde la salida de Pep Guardiola en 2012 ha tenido siete inquilinos en doce temporadas sin contar a los interinos.
"Ser entrenador del Barça es desagradable y cruel. Sientes que te faltan el respeto muchas veces, que no te valoran el trabajo y esto es un desgaste terrible a nivel de salud mental. La energía va bajando hasta que no tiene sentido continuar", confesó el técnico egarense después de perder ante el Villarreal (3-5) y despedirse virtualmente del título de LaLiga EA Sports.
La falta de energía y el desgaste que provoca un banquillo tan exigente como el del Barcelona fueron, precisamente, dos de los argumentos que Pep Guardiola expuso para abandonar el cargo en abril de 2012, en la última de sus cuatro campañas como el primer entrenador en la etapa más exitosa en la historia del club.
"Me he desgastado mucho, me he vaciado y necesito llenarme", aseguró el actual técnico del Manchester City en su rueda de prensa de despedida, en la que también apuntó a la difícil gestión de una plantilla que por aquel entonces lo había ganado todo. "Nos haremos daño", profetizó.
Guardiola fue relevado en el cargo por su segundo entrenador, Francesc 'Tito' Vilanova, que pese a ganar la Liga se vio obligado a dejar el puesto al término de la campaña 2012-2013 para luchar contra un cáncer de glándula parótida que acabaría con su vida en 2014.
El argentino Gerardo 'Tata' Martino fue el sucesor y, aunque inicialmente firmó por dos años, la aventura duró una temporada. Después de empatar en la última jornada liguera ante el Atlético de Madrid en el Camp Nou (1-1) y perder el título en favor de los rojiblancos, el rosarino anunció su marcha en rueda de prensa.
"Lamento profundamente no haber alcanzado los objetivos que el club había trazado en el inicio de temporada", confesó Martino tras un curso en el que el Barcelona ganó la Supercopa de España.
Más longeva fue la etapa en el banquillo del Camp Nou de Luis Enrique, del verano de 2014 al verano de 2017, con un balance de dos Ligas, tres Copas del Rey, una Supercopa de España, un Mundial de Clubes, una Supercopa de Europa y una Liga de Campeones.
Con todo, el técnico asturiano optó por no renovar su contrato y lo anunció por sorpresa en una rueda de prensa después de ganar al Sporting (6-1) el 1 de marzo en el campeonato doméstico.
"El motivo de mi decisión es por la manera que tengo de vivir esta profesión, intensamente y constantemente buscando soluciones. Eso significa pocas horas de descanso. Necesito descansar", se sinceró Luis Enrique, relevado en el cargo por Ernesto Valverde.
Tras ganar dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España en sus dos primeras temporadas, pero minado por los descalabros del equipo en Europa, el técnico extremeño fue destituido el 13 de enero de 2020 después de la eliminación en la semifinal de la Supercopa de España ante el Atlético de Madrid (2-3).
Las críticas hacia el juego del equipo inclinaron al entonces presidente Josep María Bartomeu a fichar a Quique Setién, confeso admirador de Johan Cruyff, hasta 2022. Sin embargo, la eliminación en los cuartos de final de la Liga de Campeones frente al Bayern Múnich (2-8) precipitó su cese ese mismo verano.
Tras cerrar la primera temporada en blanco desde la 2007-2008, el Barcelona contrató a Ronald Koeman, que ganó la Copa del Rey en su campaña de estreno, pero los malos resultados y el pobre juego del equipo llevaron al presidente Joan Laporta a despedirlo el 27 de octubre 2021.
En esa tesitura llegó Xavi Hernández al banquillo del Barça, con el equipo en la novena posición del campeonato y al borde de la eliminación en la fase de grupos de la 'Champions'. Aunque no pudo evitar lo segundo, enderezó el rumbo en el campeonato y acabó en la segunda posición.
Al curso siguiente, el Barcelona se proclamó campeón de la Liga y la Supercopa de España, hitos que sugerían la consolidación del técnico egarense y el crecimiento del equipo. Sin embargo, ocho meses después de cantar el alirón en el RCDE Stadium, Xavi tiró la toalla.