fórmula uno
Verstappen llega como gran favorito a Australia pese al embrollo en Red Bull
Tras conquistar las dos primeras carreras de la temporada, el neerlandés Max Verstappen llega a Melbourne como gran favorito a la victoria en el Gran Premio de Australia, pese a que su equipo Red Bull y su patrón Christian Horner sigue metido en un embrollo que puede acabar dinamitando el ambiente festivo en la escudería austriaca.
El triple campeón del mundo y su compañero, el mexicano Sergio Pérez demostraron con sendos dobletes en Baréin y Arabia Saudita que los Red Bull siguen siendo intratables, pero los éxitos deportivos se vieron ensombrecidos por las muestras de desunión en el seno de la formación y las acusaciones contra Horner por supuesto "comportamiento inapropiado" hacia una empleada de la escudería.
El patrón histórico de Red Bull fue absuelto de esa acusación tras una investigación interna antes del primer Gran Premio en Sakhir, e intentó dejar el asunto atrás en Yedá.
Pero la mujer, cuyo nombre no ha sido revelado, recurrió a Red Bull GmbH, compañía poseedora del todopoderoso equipo de Fórmula 1.
Según la BBC, la empleada también ha presentado una denuncia ante la Federación Internacional del Automóvil (FIA), órgano gestor de la Fórmula 1, por lo que este caso seguirá flotando en el paddock de Melbourne este fin de semana.
Horner ha guiado a Red Bull a seis títulos de constructores y a siete de pilotos desde 2005, incluidos los tres últimos ganados por Verstappen.
Pero el padre del neerlandés, el expiloto Jos Verstappen, declaró a principios de mes que la escudería podía "explotar" si Horner continuaba en su puesto. El propio Max deslizó la amenaza de abandonar el equipo si el asesor del equipo Helmut Marko era apartado del centro de decisiones.
Horner insistió en que "todo está bien con Max" pero añadió que "somos un equipo y ningún individuo es más grande que un equipo".
Hechos que han despertado el interés del patrón de Mercedes Toto Wolff, quien necesita un reemplazo para la próxima temporada, cuando Lewis Hamilton ponga rumbo a Ferrari.
"No hay ningún equipo en la parrilla que no daría palmadas por tenerlo en un coche", dijo Wolff a la prensa sobre Verstappen al llegar a Australia.
Ímpetu
Intrigas aparte, la victoria en Arabia Saudita fue la novena consecutiva de Verstappen, y se espera más de lo mismo en el trazado de Albert Park, salvo problemas técnicos.
"Ha sido un gran inicio del año y todavía no conocemos todo el potencial del coche, así que ahora queremos mantener este ímpetu", dijo el piloto neerlandés.
Verstappen ganó desde la 'pole' una carrera caótica el año pasado en Australia, manteniendo a raya a Hamilton luego de que el Gran Premio fuera detenido por bandera roja hasta en tres ocasiones, con multitud de choques y tan solo 12 pilotos completando la carrera.
Esa fue la primera victoria de su carrera en Australia y la primera para Red Bull desde que lo hiciera el alemán Sebastian Vettel en 2011.
En este inicio de temporada, Pérez ha sido el único piloto en acercarse a Verstappen. El mexicano está decidido a mantener la presión, mientras el monegasco Charles Leclerc, de Ferrari, le pisa los talones.
'Mad Max' cuenta ya con 15 puntos de ventaja sobre su compañero y 23 sobre Leclerc, por lo que el piloto de Ferrari necesita romper el dominio de la escudería austríaca en Melbourne para reducir la distancia antes de que sea demasiado tarde.
Su compañero Carlos Sainz, que se perdió el Gran Premio de Arabia Saudita debido a una operación de apendicitis, volverá al volante del segundo Ferrari este fin de semana.
Por su parte Hamilton suma ya 47 carreras sin victoria, y a juzgar por el rendimiento de Mercedes hasta ahora, no parece que vaya a romper la racha pronto.
El objetivo de las 'Flechas Plateadas' en Australia, salvo sorpresa mayúscula, será pelear por los puestos de honor contra Aston Martin y McLaren, con el siempre combativo Fernando Alonso preparado para atacar ante el mínimo signo de debilidad de sus rivales.